miércoles, 6 de mayo de 2009

La fobia me da miedo

Dejando de lado lo que digan las distintas ramas del saber psicológico y psiquiátrico, una fobia según el Diccionario de la Real Academia es una aversión inevitable a algo.

No discutiré que el término se utiliza siempre para designar un fenómeno patológico, enfermizo, digno de ser atendido, evitado, curado.

Es una fobia no poder usar un ascensor, no poder caminar por espacios abiertos, huir de un gato.

Los fóbicos son personas que pueden hacer menos cosas que una persona no fóbica. Es una enfermedad limitante, incapacitante, limitadora.

Ahora me planteo algo parecido pero de signo contrario.

¿Es posible no indignarse ante ciertas injusticias?

¿Es posible transgredir un contrato (firmado o verbal)?

¿Es posible saber que un ser querido está en dificultades y no ayudarlo?

¿Es posible ver a un desconocido corriendo un riesgo de vida y no ayudarlo?

Para muchas personas que no son fóbicas (a la injusticia, a la infidelidad, al dolor ajeno), estas situaciones de vida son desagradables pero no pueden evitar una conducta que va contra su placer. Les resulta inevitable sufrir (indignándose, amonestando, auxiliando) como sufre alguien que debe subir varios pisos por escalera porque el ascensor le da pánico.

●●●

17 comentarios:

Ma. de los Ángeles dijo...

Leo sus artículos a diario y creo que esta propuesta está correlacionada con otas ideas de nuestra falta de libre-albedrío. Yo la diría de forma más coloquial: Si quisiéramos dejar de ser solidarios no podríamos.

Sheila Urbín dijo...

Algunas veces me he preguntado ¿y por qué estoy haciendo esto si no quiero hacerlo?

Somos marionetas.

Noé Corlatti dijo...

Pasan por nuestra mente cosas que son ingobernables, como que caemos siempre hacia abajo. La ley de la gravitación universal nos alcanza como a cualquier objeto sólido.

Anónimo dijo...

Tener sexo cada vez me parece más espantoso y eso lo excita más a mi marido que me insultaba cuando yo tenía orgasmos.

Olivia Miranda dijo...

Mi padre fue el hazme reír en una situación dramática: Se desmayó una mujer en el calle, y a las puteadas la subió al auto, la llevó a un sanatorio, siguió puteando, llamó a los familiares, esperó a que llegara alguno que se hiciera cargo, siguió enojado y de tarde llamó por teléfono para ver como seguía la mujer. Colgó y dijo "La puta que me parió".

Guyunusa dijo...

Creo que son muchas más las veces que hacemos las cosas bien por educación que por voluntad propia. Incorporamos un sistema de valores y actuamos en forma acorde a él. Sólo cuando se presentan situaciones inesperadas es que nos planteamos distintas opciones de respuesta y es difícil que actuemos en contra de nuestra propia trayectoria.

Marta Canes dijo...

Si está planteando que la ética es limitante estoy de acuerdo y digo ¡por suerte!

Jorge dijo...

Las fobias como patología molestan pero están ahí por un motivo, es posible que si no estuviese la fobia ese individuo estaría sufriendo aún más.

Laura García dijo...

Las conductas que te salen espontáneamente no molestan. Auxiliás porque sentís necesidad de hacerlo, no lo hacés a contrapelo.

Carlos Trotta dijo...

Entiendo lo que le pasó al padre de Olivia; hay días que resulta difícil ser uno mismo.

Gastón Trenchi dijo...

Se premia a los buenos y se castiga a los malos pero en realidad nadie elige ser una u otra cosa.

López dijo...

Según el Diccionario de la Real Academia Española le tongo fobia a la familia de mi mujer en su totalidad.

Nelly Christmas dijo...

Cuando camino por espacios abiertos siento que el primer viento me va a llevar a donde quiera como si yo fuera una hoja seca.

Gilberto dijo...

Mi primo atropelló a un tipo con la camioneta y huyó. Ahora duerme con la puerta del cuarto cerrada porque dice que de noche se le aparece el difunto con sed de venganza.

Libertad S.R.L. dijo...

Los contratos están hechos para cumplirlos o no. Ambas opciones son posibles.

Rayo Pletórico dijo...

La educación es exitosa cuando logra que nos resulte placentero hacer el bien común.

Matilde Lavechia dijo...

Es sublime el placer de sufrir por otros.