martes, 26 de mayo de 2009

Si no me gusta, entonces es malo

— Al departamento junto al mío se mudó una familia con cuatro hijos de diferentes edades. Ya no se puede vivir. A toda hora hacen mucho ruido de gritos, megáfonos, portazos. Antes vivía ahí una señora de muchos años que ni se la oía. ¡Cómo la extrañamos!

— Nuestro mejor cliente, con el que teníamos un buen intercambio comercial, decidió bajar a la mitad las compras que nos hacía porque ahora le compra a China por mucho menos precio. Eso nos aumentó la cantidad de gente desocupada, lo consideramos un gesto antipático que esperamos resolverlo de la forma más pacífica posible.

— Mi novia es muy buena mujer, la quiero mucho pero es un poco inmadura y no ha querido desprenderse de su familia y de sus amistades. Por eso los visita, se reúnen, a mi me invita pero no voy porque me aburren. Espero que madure y que entienda que la vida en pareja implica ciertos cambios de conducta.

Hasta aquí tres opiniones adversas hacia los nuevos vecinos, hacia el mejor cliente y hacia la cónyuge, que desde el punto de vista del que opina (quejándose), «algo se está haciendo mal» y «algo debería corregirse».

Es fácil comprender y justificar estas tres molestias. Hasta podríamos solidarizarnos con las «víctimas» ayudándolos a evitarles el perjuicio que padecen.

En los hechos también tendríamos que convenir en que no es que alguien esté haciendo las cosas mal sino que las «víctimas» se sienten perjudicadas, algo les molesta, no les gusta y desearían aliviarse.

En los tres casos comentados, el planteo pasa desapercibido porque es muy común que (casi) todos pensemos que algo está mal porque nos molesta. La condición de bueno o malo la da nuestro gusto, nuestra conveniencia, nuestra predilección.

En suma: A pesar de que algo puede estar objetivamente bien, aceptamos y actuamos en base a evaluaciones subjetivas.

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14 comentarios:

Mónica del Río dijo...

La escala de valores es siempre personal, antojadiza, caprichosa, egocéntrica, aunque la defendemos como universal, meditada, madura, equilibrada.

Célica Torreón dijo...

Todos tenemos razón, desde el que ayuda a los indigentes hasta el asesino serial. En este caso, su razón es poco compartible.

Diana dijo...

Todo está bien y está mal al mismo tiempo. Depende las lentes que se usen.

el pirata honrado dijo...

¡Está clarísimo! Los malos siempre son feos.

Sofía Papaleo dijo...

La condición de bueno o malo la da la conveniencia social general en un momento dado de la historia.

Evaristo Moll dijo...

Los niños no saben diferenciar lo que les gusta de lo que es bueno o está bien. De los adultos se espera otra cosa.

López dijo...

Si hago mis evaluaciones en el baño, estas son bien subjetivas, pero las evaluaciones que realizo con mi equipo de trabajo son ortodoxas y diplomáticas. A esto se le llama tener cintura.

el nene dijo...

El tío es buenísimo porque siempre me da plata para ir al cíber.

damián petrucelli dijo...

El problema es que no podés decir "no me gusta y punto", siempre tenés que dar razones, entonces obligado uno pelea y dice cualquier cosa.

Clodomiro Lafuente dijo...

A todo se le puede buscar una razón; eso no quiere decir que la tenga.

Fefo dijo...

Los correligionarios siempre van por el buen camino pero la oposición no hace más que tener gestos antipáticos.

Renato dijo...

¡Todo me parece mal, todo me molesta! ¡A dónde fueron a dar mis antiguas predilecciones!

Paula Montes dijo...

Célica ¿viste la peli 7 pecados capitales? El asesino serial es un mártir ¿Cómo va a hacer Dios para explicarle que tiene que ir al infierno?

Guyunusa dijo...

Cuando las evaluaciones son en equipo el que se pone subjetivo es el grupo.