lunes, 9 de junio de 2008

«Te regalo aquella estrillita»

El amor a veces sólo consiste en reconocer que hay otro ahí. Como dicen algunos materialistas radicales: «consiste en reconocer que hay otro existente».

¿Cómo uno se da cuenta de que el otro nos registra? Creo que una respuesta breve sería: «Porque tiene en cuenta nuestro deseo».

Ella reconoce que él existe, dejándolo ir a la cancha sin ponerle cara de enojo, preparándole la comida más temprano para que no llegue tarde, no contándole que chocó el auto justo cuando él se apresta a ver el noticiero.

Él reconoce que ella existe, acordándose de ciertas fechas, advirtiendo que introdujo algún cambio en la fisonomía (peinado, vestido, calzado), aceptando de buen grado que la suegra venga a almorzar el día de la madre.

En ambos casos, estas actitudes que demuestran fehacientemente que se registra la existencia del cónyuge, tienen como elemento en común algo especial. Es especial porque popularmente está mal visto y es el tratar de decirle al otro no lo que uno quiere decirle sino lo que el ser amado quiere escuchar.

Esto está muy mal visto, se considera hipocresía, falsedad, engaño, pero para que este artículo tenga razón de existir tiene que incluir algún aporte y no repetir lo que todo el mundo piensa. La mentira también puede ser una muestra de amor de inestimable valor. Hacer lo indebido para agradar al otro es una forma suave de decir que mintiendo también se puede lograr que el otro se sienta como un existente y sobre todo, que se sienta AMADO/A!!!

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡No hay nada más lindo que estar enamorada!!! ¡¡¡Los amo a todos!!!

Anónimo dijo...

Mi Luisito no necesita que yo haga algo para que el se sienta existir, más bien tengo que luchar para que él se de cuenta de que yo existo y de esa manera enterarme yo misma de que existo.

Anónimo dijo...

Te envidio Mireya. Ojala te dure ese estado de ánimo.

Anónimo dijo...

Si no existiera el día de la madre, la mía no podría venir a visitarme nunca porque el oso de mi marido trabaja en casa y tiene un pésimo humor. Ese día se pone la careta de ser humano y se comporta como gente. Sólo yo lo aguanto.

Anónimo dijo...

En Internet hay de todo. Encontrar a alguien que argumente a favor de la mentira no deja de ser original. Me tranquilizo pensando que quizá se refiera a lo que podría llamarse "mentira piadosa".

Anónimo dijo...

Vivo cagando a mentiras a todo el mundo. Desde chiquito aprendí que no hay que siempre hay que mentir en defensa propia. A mi hermano siempre lo encontraban inocente y a mí siempre me encontraban culpable. Pues bien, así nacio el hábil declarante en todos los órdenes de la vida, en cualquier momento y lugar. Nunca se me escapará una palabra por descuido, excepto cuando no me doy a conocer.

Anónimo dijo...

A la larga las mentiras piadosas terminan confundiendo las cosas y uno no sabe que terreno pisa. Por lo tanto trato de evitarlas y no me gusta que las usen conmigo.

Anónimo dijo...

NO QUIERO VOLVER A ENAMORARME NUNCA MÁS.

Anónimo dijo...

Para mí enamorarse es una mentira piadosa que nos hacemos a nosotros mismos. En algún lado hay que depositar los deseos de perfección, placer, alegría y lo mejor es hacerlo en el marco de una nueva pareja. Es más barato y más fácil que pensar que vamos a vivir mejor gracias a los esfuerzos propios.

Anónimo dijo...

Agradezco a todas los que no me han registrado y que no tuvieron el egoísmo suficiente como para simular interés.

Anónimo dijo...

Desde chico me acostumbré a decir lo que los otros esperaban oir. Eso fue a partir de la enorme sensación de ridículo que me hacían sentir cuando los adultos me hacían preguntas tontas que sólo admitían una respuesta, por ej: ¿te gustó la comida Nico? ¿pasaste bien? ¡qué lindo, ya empiezan las clases! ¿estás contento? Ahí ya me di cuenta que no podía ser sincero, entonces ponía cara de estúpido y decía lo que me pedían. Nunca me pude quitar la costumbre.

Anónimo dijo...

No conviene que las mujeres se sientan demasiado existentes porque te invaden.

Anónimo dijo...

No sólo las mujeres somos demandantes, ustedes también ¿eh Andrés?

Anónimo dijo...

Algunos de los ejemplos que pone el Lic. son patéticos: anunciar que cambió de fisonomía ¡pobre tipo, tiene que avisar antes de cortarse el pelo! La suegra sólo puede ir a comer el día de la madre ¡poco civilizado! Ahora, eso de acordarse de las fechas, no está mal.

Anónimo dijo...

Lo espantoso de sentirse amada gracias a un paquete de mentiras es que cuando registrás la falsedad ya es demasiado tarde y de golpe ves que no hay nada donde habías levantado un castillo.

Anónimo dijo...

Dicho con otras palabras me parece que la propuesta de Mieres es : si lo amás hablale en su idioma. No sirven los gestos de amor que no llegan.

Anónimo dijo...

Ese amor que reconoce la existencia del otro es el que decía Don Alfredo que es el "amor paciencia"

Anónimo dijo...

Por suerte cuando el otro se siente querido no es necesario agradarlo.

Anónimo dijo...

_¿va a llevar amor?
_sí, pero quisiera probarlo primero ¿me da una muestra?
_aquí tiene una muestra de inestimable valor
_¡pero me está dando una mentira!
_es para que se sienta amada
_¡guárdese su mercancía!

Anónimo dijo...

A mí las mentiras me las cocinás bien, no quiero darme cuenta en lo mejor de la comida.