martes, 3 de junio de 2008

Los cristales de mis gafas

La violencia es algo malo para sus víctimas y algo bueno para los victimarios.

El reino animal parece tenerla como uno de sus métodos predilectos para la supervivencia de las especies. El reino vegetal también pero como es menos entendible para nosotros que los animales, nos parece que los vegetales son pacíficos. A su manera también son agresivos.

Pero volvamos a lo que nos importa: la violencia entre los humanos. La violencia es buena para los victimarios porque adoramos al médico que combate a los microorganismos que comprometen nuestra salud; defendemos los derechos de la policía cuando retira de circulación a los ciudadanos que nos hacen o pueden llegar a hacernos algún daño; glorificamos a los militares cuando repelen al invasor.

Por el contrario, criticamos a la maestra cuando se opone a que pasemos de grado por considerar que aún no hemos aprendido aquello que nos enseñó; juzgamos severamente a la sociedad en su conjunto cuando perdemos un juicio en los tribunales; atacamos verbalmente con dureza al gobierno que nos impone contribuciones que no queremos hacer.

Al final, a pesar de mi capacidad de síntesis, no estoy diciendo otra cosa que «todo es según el color del cristal con que se mire». Sólo que esta trivialidad es muy difícil de tener presente en todas las ocasiones que nos ponemos intolerantes con la violencia QUE NOS PERJUDICA.

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que los animales no son violentos, más bien son amenazadores, disuasivos. De todos modos me parece que cuando tienen que cumplir alguna de sus amenazas disuasivas, no se andan con chiquitas.

Anónimo dijo...

Los animales humanos hacemos lo mismo Ángeles, sólo que cuando pasamos a los hechos tenemos la costumbre de criticarnos o sentirnos culpables, cosa que los animales uno sabe si les pasa igual.

Anónimo dijo...

Me tocó estar un par de meses en la cárcel por un ilícito que no cometí y ahí existe un código muy clarito, que es como la amenaza disuasiva que dice Ángeles. Uno ya está amenazado, si se equivoca y no cumple el código, enseguida viene el castigo, que siempre es físico, doloroso. Es un castigo dentro de otro, porque la cárcel en sí ya es un castigo.

Anónimo dijo...

A mi me gustaría estar en la cárcel porque ahí se practica el lesbianismo y no me sentiría culpable como me siento cada vez que miro a una mujer con deseos eróticos que cada vez me cuesta más controlar.

Anónimo dijo...

No me parece nada bueno de su parte hacer una apología de la violencia en un medio público como es Internet. Quizá debería considerar mejor las consecuencias de sus actos.

Anónimo dijo...

Es rutina para mí que la policía rutera me detenga para infraccionarme. Estoy convencido de que tengo un diablo aparte para esto porque me canso de ver cómo otros hacen locuras imperdonables y se ve que esos tienen un dios aparte.

Anónimo dijo...

Cada vez odio más a mi esposo porque se ha tornado un soldado del orden y de la austeridad conmigo y con los chicos. Es irritantemente severo, nos hace cumplir una disciplina que no tiene ningún sentido. Lo que más me llama la atención es que mi psicóloga le da la razón. Debe ser machista.

Anónimo dijo...

Estaba en la fila para tomar el colectivo y sentía como dos señoras grandes ya, se superaban mutuamente imaginando sanciones para los muchachones que arrebatan monederos, carteras, bolsas del shopping. El sadismo de estas dos bellas ancianas me dio miedo y cuando llegó el colectivo las dejé pasar primero. Una nunca sabe.

Anónimo dijo...

Desde anoche que estoy pensando cómo podría manifestarse la agresividad de los vegetales y me acordé de un dicho argentino que dice "agarró para el lado de los tomates" cuando alguien se aparta notoriamente del sentido de una conversación. Resulta que estos vegetales deben ser plantados lejos de otros vegetales porque perjudica al resto.

Anónimo dijo...

Aprovecho el lugar donde no se demoniza la violencia para poder explayarme diciendo que adoro la violencia, tanto la que yo le aplico a ciertas personas y hasta cosas (por ejemplo, me hace mucho bien romper cosas, agarrar a patadas una puerta, etc.), como la que me aplican a mí. La violencia sexual me resulta mavarillosamente excitante. Extraño con locura a un salvaje que ahora está encarcelado por rapiña y que me hacía el amor como en la época de las cavernas. Todavía tengo alguna de sus marcas como un tatuaje que lo miro y beso noche a noche.

Anónimo dijo...

Tengo algo para ti Raquel: No te pierdas comics de 'Boogie el aceitoso' de Fontanarrosa. Te vas a deleitar con ese personaje bien como a ti te seduce.

Anónimo dijo...

según mi entender, Ud. plantea que la violencia no es mala en sí, sino según para qué se aplique y cómo se aplique, pero sobre todo para qué. Y repitiendo con otras palabra su planteo, diría que es buen consejo mantenernos atentos cuando nos sentimos violentados porque la violencia que nos ha perjudicado puede ser, por ej., la justicia para una mayoría, si levantamos la vista de nuestro ombligo. De modo que teniendo en cuenta eso no dejaremos de sentirnos violentados pero tampoco vamos a sentir una ira indominable contra todo y todos.

Anónimo dijo...

¿Qué te pasa Rogelio? Me parece que esa tal apología a la violencia que le achacás al Lic. Mieres está sólo adentro de tu cabeza ¿Alguien más leyó estas reflexiones como una apología a la violencia?

Anónimo dijo...

Me acuerdo de que en la escuela de mi nena las maestras planteaban la diferencia entre la agresividad y la violencia. A la primera le ponían signo positivo y a la segunda signo negativo. Decían que la agresividad era necesaria para hacerse un camino en la vida, para luchar por el derecho a vivir (que es luchar por el pan de todos los días). Pienso que algo de cierto debe haber en todo eso, pero no me queda claro del todo.

Anónimo dijo...

Mariela acabo de leer tu comentario y me sení muy identificada. Yo también agarré esa moda en ANEP. Creo que un buen diccionario etimológico clarificaría al menos en el sentido de saber si es necesaria la utilización de dos palabaras distintas (agresividad y violencia) que a primera vista parecen sinónimos.

Anónimo dijo...

Uds. perdonen pero veo que la discusión se va para el lado etimológico y me parece que la están sacando de centro. No me parece positiva en ningún caso la agresividad o la violencia(salvo en la defensa personal, no se me ocurre otro caso).

Anónimo dijo...

Qué te pasa Pablito, de tupa a pacifista a ultranza. Veo que sos de mente abierta. Bienvenidos los cambios!!

Anónimo dijo...

yo justifico a la violencia que se enfrenta a una violencia mayor. como la de los tupa en su momento ¡como no!

Anónimo dijo...

La violencia como es sabido sólo engendra más violencia. Por favor les pido no volvamos a las mismas eternas discusiones de la humanidad. VIVA GHANDI CARAJO!!!

Anónimo dijo...

escuchame cristiano, ojalá que el mismo entusiasmo que ponés en opinar no lo lleves a la cancha. el fútbol es una pasión, dicen, y de la pasión-fervor suelen pasar a la pasión-violencia, demasiado a menudo, para mi gusto. VÁLVULA DE ESCAPE LAS PELOTAS. EL QUE DICE ESO ES PORQUE NUNCA LIGÓ UN BUEN GOLPE.

Anónimo dijo...

No es cierto que los vegetales sean pacíficos; te matan con el silencio.