martes, 17 de junio de 2008

«¡Feliz día de la pérdida!»

En el artículo titulado «Yo sabía que esto iba a pasar» cuestiono la creencia popular en que existe un destino inexorable y sostengo que los acontecimientos sólo suceden porque una cantidad de variables llegaron a provocarlos por azar y no por alguna predeterminación inexorable como si la historia ya estuviera escrita antes de que ocurra.

Me divierte observar el peso que el idioma puede tener en nuestras culturas.

Uno de los días más importantes en la vida de cualquiera de nosotros es el cumpleaños. Es un día especial que tanto se vive con ánimo de festejo como con ánimo de retraimiento, todo lo cual demuestra (de una manera o de la contraria) cuán importante es ese día. Es más, podría suponerse que aquellos que exhiben una gran indiferencia por ese día, también están demostrando que es especial.

Volviendo al idioma, qué diferencia enorme existe cuando al festejado se le desea «Feliz cumpleaños» a cuando se le desea «Feliz día de nacimiento» (happy birthday).

Son posturas anímicas muy diferentes. Tanto que hasta podrían ser opuestas.

En un caso puede pensarse que uno ya cumplió viviendo uno de los años que el destino inexorable nos tiene asignado y en el otro sólo se está festejando un acontecimiento grato.

Es posible pensar que cuando uno saluda «Feliz cumple-años» está felicitando por haber terminado con algo, satisfecho un compromiso, terminado con una obligación. Es como decir: de los 73 años, 4 meses y 21 días que tienes asignados en el Gran Libro del Destino, ya has cumplido con 45 años. Cuando el saludo alude a la recordación festiva de una fecha, parece no estar aludiendo más que eso: «Hoy yo también me acuerdo que hace 45 años que naciste».

Naturalmente que estas conjeturas no son ni pretenden ser concluyentes de nada concreto. Sin embargo, es posible pensar que un pueblo que piensa en que las cosas sólo suceden y que tenemos que estar preparados para enfrentar una sorpresa por minuto tiene una actitud diferente a otro que supone que ya está todo decidido y que por lo tanto, haga lo que haga, será tiempo y energía perdidos.

La primera (Feliz día de tu nacimiento) posición alienta una actitud productiva y la segunda (Feliz terminación de una parte de tu vida) alienta una actitud de abandono. La primera es optimista y la segunda pesimista. Es muy probable que con la primera se obtenga más calidad de vida que con la segunda.

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21 comentarios:

Anónimo dijo...

Es cierto, la palabra CUMPLIR me suena a algo que había que hacer y que ya se terminó.

Lo de que "ya se terminó" es cierto aunque no me daría para festejar porque juro que no quiero que mi vida se termine en absoluto. Y lo de "cumplir" también me rechina porque me surge la pregunta: ¿ante quién tenía yo que cumplir?

Anónimo dijo...

Debe ser por estas interpretaciones que nunca pensé tan claramente -tampoco me dedico a pensar en estos temas porque tengo otras cosas más urgentes- que los días de mi cumpleaños suelo estar triste y más bien quiero que nadie me salude.

Anónimo dijo...

Me parece que el licenciado y yo compartimos la admiración por el idioma inglés. Es hermoso y eficiente (el idioma).

Anónimo dijo...

Está bien, yo tampoco creo en que exista un destino inexorable que ya está escrito pero convengamos en que no existen pruebas concluyentes de que esto no sea así.

Anónimo dijo...

Me complace mucho no cumplir. He descubierto en mi análisis que recurro a este método para lograr que la gente esté pendiente de mí. Quiero ser imprescindible e incumplidor.

Antes odiaba a este tipo de gente, ahora sólo la comprendo porque yo hago lo mismo. No puedo privarme del placer de ser llamado con voz angustiada para que POR FAVOR vaya, entregue, pague, informe.

Anónimo dijo...

La fórmula optimista sería "Feliz día de tu nacimiento"? ¡Suena rarísimo, chocante, extraño! Una tiene el oído acostumbrado a ciertas cosas y luego si no las oye igual la extraña a pesar de que esté diciendo un disparate como en este caso con eso de CUMPLIR. ¡Qué horrible!

Anónimo dijo...

Ud dice "el peso que el idioma puede tener en nuestras culturas". Lo que me sucede es que a veces digo, leo o escucho ciertas palabras y me parecen ruidos desconocidos. Más le digo, si agarro cualquier palabra y me detengo a ver lo que suena, lo que me produce, no demoro nada en sentir lo mismo: ¿Qué es este sonido? ¿qué son estas letras agrupadas en hilera?

Anónimo dijo...

Para que yo pueda cumplir tengo que anestesiarme con alcohol del fuerte. Digo que es para festejar pero en realidad es para aliviar. Recuerdo una peli en la que John Wayne era "operado" por una preciosura y él (rudo, machote) se tomó un buche de whisky y ella intervino. Luego para esterilizar el campo, más whisky. ¿Y cómo fue el post operatorio? Por supuesto: con más whisky. ¡Qué tiempos aquellos!

Anónimo dijo...

Algunas de mis amigas coincide en que cuando una las va a saludar contestan: "Yo ya no cumplo más", queriendo decir que no quieren envejecer pero después de leer este artículo pienso si no será que están cansadas de ser sumisas y honorables.

Anónimo dijo...

Si uno repite rápido la palabra happy se encuentra con la maravillosa. jejeje

Anónimo dijo...

No suena llamativo cuando uno dice "Feliz día del padre" o "Feliz día de la secretaria". No veo por qué no podríamos empezar a decir: "Feliz día de tu nacimiento".

Anónimo dijo...

Se hacen promociones de tantas tonterías, no veo por qué no podemos hacer un gran concurso hispano para reformular el saludo por la fecha de nacimiento. Me niego rotundamente a usar frases en otro idioma que no sea el nuestro. En cuestión de extranjerismos tengo una xenofobia que me hace estallar la cabeza.

Anónimo dijo...

Después de nacer ya quedan predeterminadas hasta la muerte todas las fechas de cumpleaños, me molesta porque me gustaría cambiar de signo zodiacal

Anónimo dijo...

Siempre me pongo a preparar la fiesta de mi cumpleaños ante de que suceda. No creo en el destino. Creo en la planificación.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con los partidarios de vivir el momento. Ellos argumentan que no hay certeza del futuro pero actúan como si estuviesen seguros de que nunca va a llegar.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo: acepto que se alegren de que haya nacido, de mi existencia (me hace sentir muy honrada que alguien pueda alegrarse por eso) pero no entiendo que me feliciten por haber vivido un año más, yo nunca tomé esa desición.

Anónimo dijo...

El cumpleaños se anhela en la niñez, se odia en la adultez y se olvida en la vejez. Así ez!

Anónimo dijo...

De ahora en adelante pido que me canten el happy birthay to you, acentuando en el to you un largo lamento

Anónimo dijo...

Cuando alguien habla de sorpresas no puedo evitar pensar en calamidades, esto tengo que verlo en el análisis

Anónimo dijo...

Nací el mismo día que Hitler y cuando la gente me dice "feliz día" siempre me emociono ¡lo olvidan a él y me recuerdan a mi!

Anónimo dijo...

Espero que para mi próxima fecha de cumpleaños realmente haya cumplido y no me pidan un año más.