jueves, 5 de junio de 2008

Amor teatral

Una de las tantas recetas fáciles para querer a un ser humano es aceptar que todos somos incoherentes. Es imposible dejar de serlo. Lo que sí logran algunos de nosotros (no es mi caso, ¡por supuesto!) es disimular muy bien esta condición.

Una de las miles de formas de la incoherencia es aquella según la cual alguien describe los defectos que tiene, por ejemplo, su hijo mayor, pero cuando otro adhiere a su crítica, rápidamente se torna defensora ofendida de aquel que antes había estado atacando.

¿Por qué esta persona actúa de forma tan extraña?

Hay varias razones posibles. Una de ellas es que tiene el deseo de demostrar cuánto quiere a sus hijos representando públicamente el papel de ardiente defensora.

Para que los actores incautos —que no saben que están participando en una representación de semejante índole—, digan lo que a ella le habrá de permitir ese discurso de defensa apasionado, deberá estimularlos para que ataquen al futuro defendido.

Paso 1: La actriz que desea representar a una madre abnegada y que defiende a sus hijos contra viento y marea, dice «Alberto es un vago que me tiene harta. Ya no sé que hacer para que trabaje o estudie».

Paso 2: El actor ingenuo responde: «Los jóvenes de hoy en día son todos iguales. No tienen voluntad ninguna. Pretenden que uno los mantenga hasta que tengan hijos que los mantengan».

Paso 3: La actriz estalla en un discurso apasionado con el que defiende a su Albertito y a todos los de su generación, demostrando así su amor incondicional, su condición de madre que jamás abandona a sus hijos, etc., etc.

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17 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi opinión con eso de los hijos también pasa que una siente "yo puedo criticarlo todo lo que quiera porque es mío, pero pobre del extraño que se anime a tocarlo"

Anónimo dijo...

esto de las críticas a los seres queridos está interesante. conocí a una familia donde el único punto de unión entre ellos era la crítica constante a uno de sus integrantes.

Anónimo dijo...

Cuando criticás a un ser querido es una descarga emocional, no hay que tomarse muy enserio lo que uno diga; es como gritar o insultar, la crítica a los seres queridos difícil que sea objetiva

Anónimo dijo...

Cuando te quejás por lo que hace tu hijo te desdoblás, por un lado estás enojada y sabés que tenés razón pero eso no quita que al mismo tiempo estás justificándolo y perdonándolo. Como no podés decir cosas tan opuestas al mismo tiempo, entonces aprovechás cuando alguien te da la posibilidad de la defensa

Anónimo dijo...

Es así como dice el texto, por eso antes de ir a discutir con la Maestra hay que tomarse 3 baldes de Tilo

Anónimo dijo...

Tengo mil críticas hacia mis hijos pero cuando se los presento a alguien me siento orgullosa y de ningún modo voy a permitir que na me los critiquen, sólo admito felicitaciones.

Anónimo dijo...

acepto incoherencias propias y coherencias ajenas

Anónimo dijo...

Cuando me esposo se pone demasiado coherente ¡es un pesado!

Anónimo dijo...

Creo que la actriz estalla al actor ingenuo. ¡Arde Hollywood!

Anónimo dijo...

Quiero apartarme de las drogas y boxear con esa morochita tan excitante. Quiero delirar cuerpo a cuerpo.

Anónimo dijo...

Mi madre me lleva la contra en todo. Es su modo de demostrarme cuanto me quiere aunque no lo parezca. Ahora no le gusta mi nuevo novio entonces se lo critico con dureza, ella lo defiende y al final logro que lo quiero. "Hecha la ley, hecha la trampa" jua-jua.

Anónimo dijo...

Tal cual Lourdes, cada vez que me llama la maestra para hacerme recomendaciones sobre como criar a mi hijo, no puedo pegar un ojo, estoy todo el día furiosa y muerta de miedo, no por lo que ella me pueda decir sino por lo que yo pueda llegar a hacerle a ella.

Anónimo dijo...

Tengo que hacerlo a escondidas porque no nos dejan, pero me voy a un gimnasio donde entrenan boxeadoras y me llevo abundante manterial para después masturbarme recordando aquellos cuerpos sudados y la vibración de sus carnes cuando le pegan a una pelota colgada o la agitación de todos los músculos cuando saltan con la cuerda.

Anónimo dijo...

Siempre supe que cuando dos personas se juntan y critican a otra ausente, la sensación de amistad aumenta y es agradable.

Anónimo dijo...

Desde que estudio teatro mi vida cambió totalmente. Fue una recomendación que siempre le agradezco a mi rabino.

Anónimo dijo...

Me llevó mucho tiempo avivarme de que mi suegra criticaba a mi marido para sonsacarme qué cosas no me gustaban de él y después contárselas. Nos juntamos una hija de puta con una imbécil. Felizmente se murió ¡El diablo la tenga en el horno!

Anónimo dijo...

Esa actitud de criticar a un ser querido no siempre intenta lo que dice el artículo. A veces también uno lo hace para poder demostrar que no es cautivo de los encantos de quien está irremediablemente enamorado.