Interpretando un sueño bastante poco común en mí, llegué a la conclusión de que deseo ser la abeja reina de la ciudad donde vivo.
Veníamos trabajando en mi análisis sobre las relación ambivalente que tengo con mi ginecólogo. Todo comenzó cuando la analista me preguntó algo así como «¿por qué es tan obvio para usted que debe atenderse con un ginecólogo y no con una ginecóloga?».
Esta pregunta desencadenó una cantidad de conclusiones mías que hoy en día terminaron en que quiero ser la abeja reina.
El sueño más la pregunta me llevaron a entender que en realidad quiero que ese hombre sea el representante de todos los hombres de la ciudad y que todos deseen mi cuerpo para tener hijos conmigo.
Estoy harta de tener que ir a trabajar, me molesta sobremanera tener que luchar hombro con hombro con otros hombres (¡cuántas palabras parecidas!), sin poder tomar el rol para el que mi deseo siente que estoy destinada: Ser la Eva de la humanidad, la madre de todos los nuevos seres. Quiero tener el monopolio de la maternidad.
¡No vayan a pensar que soy tonta! Al igual que la abeja reina quiero que me atiendan permanentemente, que se dediquen a cuidarme, que se preocupen en todo momento de que no me falte nada. Quiero que me mimen, que me miren (¡más palabras parecidas!).
Por eso quiero un ginecólogo varón, por eso vivo consultándolo, por eso es un hito importante en mi vida los días que tengo cita con él, me pongo nerviosa cuando me mira la vagina, cuando me la abre, cuando me penetra con su mirada hasta lugares a los que mi propio marido nunca llegó.
¡Pero atención chicas! Miren que la analista ya me aseguró que no estoy loca sino que esto lo piensan casi todas sólo que lo procesan en un nivel inconciente porque a nivel conciente da mucha vergüenza.
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18 comentarios:
Esta película me llenó la cabeza de fantasías. No sé si quiero ser tanto como la abeja reina porque las pocas veces que tuve sexo muy intenso después quedé dolorida, pero que me gustaría tener muchos amantes y no sentirme culpable ¡Sin lugar a dudas!
En mi vestidor tengo unos pocos modelos diferentes para cada estación, y estoy segura que esa duda sobre cuál me pongo en realidad encierra las ganas que tengo de poder elegir un "Quién me la pone".
Sin alusión al género, pero ¿vieron que la palabra puta no es el femenino de puto? Aluden a cosas bien diferentes.
Ramiro, el que aclara oscurece. Quieres decir que Irma y Antonella son putas. Pues bien, en la lista anótate a Bibiana por favor.
No licenciada (jaja)no pensamos que estés "loca". Yo también tengo un rollo complicado con mi ginecóloco y seguramente es por los deseos prohibidos que tengo y que no quiero convirtir en autorizados porque gozaría menos.Si algún día él me propusiera algo, le diría que NO porque en realidad desearía que SI pero para que no pase nada.
Ya tengo 3 críos y no quiero saber más nada de niños. ¡Porfa!! Es cierto que no quisiera tener que estar obligada a trabajar (aunque hay varios días al mes que me gusta hacerlo).
En una encuesta que hice entre mis conocidas cuando estuvo en cartel Doña Flor y sus dos maridos, la mayoría amaba más al pícaro (Valdomiro Santos Guimaraes, alias Vadinho).
Para empezar Sonia Braga me calienta por el apellido que tiene. Una mujer aceptable pero que se llame María Bombacha o Carla Tanguita o Cecilia Bikini, tienen que ser muy sensuales por eso solo hecho.
Lo digo ahora y nunca más se los vuelvo a decir: Con las mujeres que he tenido mejores orgasmos han sido con Sonia Braga, Salma Hayek y Penélope Cruz.
Bueno, Pamela Anderson, ¡no pongas esa cara que lo nuestro nunca fue pura pasión!
A mi también me ha pasado que siempre me atendí con ginecólogo varón. Opté naturalmente sin cuestionarme nada. Hasta recuerdo que una vez había una suplente mujer y me sentí incómoda.
No me gusta que me toque una mujer, por eso yo tampoco iría a una ginecóloga, aunque mi madre siempre dice que una mujer entiende mejor a una mujer.
Me gustaría llegar a un trato con la Eva de la Humanidad, porque ya que quiere el monopolio de la maternidad, podría cederle en préstamo la mía.
De los dos maridos el más atractivo es el pícaro, sospecho que somos una manga de masoquistas.
Cuando trabajaba en una Mutualista había un ginecólogo que tenía notoriamente más pacientes que el resto. Supongo que las mujeres se sentían más seguras con el médico que había elegido la mayoría, aunque siguiendo el razonamiento del Lic. quizás deseaban estar con el hombre que más niños traía al mundo, el más fértil, el más hombre.
¡No soporto que mi padre sea tan celoso! Ayer me acompañó al ginecólogo y casi entra conmigo.
Mentira. Me encanta, me encanta que sea así.
odio luchar hombro con hombro con un hombre, en todo caso prefiero luchar hembra con hembra con un hombre
Odio luchar hombro con hombro con otros hombres sin poder tomar el sol.
Yo quiero ser una super-potencia que colonialice la mente de los hombres. Sin embargo odiaría estar al lado de un hombre dependiente.
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