lunes, 14 de abril de 2008

Disfunción eréctil auditiva

Los que dedicamos mucho tiempo y amor al psicoanálisis terminamos pensando con una cierta lógica, que no es exactamente la matemática pero que se le parece bastante. En realidad Lacan hizo exitosos esfuerzos por tratar de enriquecer el psicoanálisis con la matemática.

La psiquis piensa metafóricamente. Lo que razona de una cierta manera luego puede trasladarlo a otro ámbito totalmente distinto pero sin cambiar la estructura básica del pensamiento.

Le explico y se va a entender mejor.

Un respetable señor empieza a tener disfunción eréctil y muy probablemente suponga que la esposa ya no lo estimula. La hipótesis de que puede ser él quien padezca algún problema orgánico o psíquico la dejará para el final. Algunos señores jamás podrían aceptarla.

Es cierto que la rutina disminuye la libido. Es cierto que una mujer puede tener un fuerte desinterés erótico. Es cierto que una mujer puede convertirse en frígida y todas estas situaciones dificultarán sin duda las erecciones de su partenaire, pero el caso que quiero poner como ejemplo es precisamente cuando ninguna de estas causas existe objetivamente y al respetable señor se le mete en la cabeza que él no tiene ningún problema sino que es exclusiva responsabilidad de la esposa.

Ahora describo cómo este fenómeno del plano sexual puede trasladarse a otro plano. Un señor empieza a padecer disminución auditiva y la señora se lo hace notar primero y lo regaña después. El señor dirá que es ella la que habla cada vez más bajito y que no tiene en cuenta los ruidos ambientales cuando enmascaran su voz y se vuelve imposible escucharla. Es cierto que una mujer puede disminuir su caudal de voz. Es cierto que una mujer puede no darse cuenta que cuando pasa un avión por sobre el techo de la casa tiene que hablar más fuerte o callarse porque nadie la oiría. Es cierto que a una mujer le puede cambiar la anatomía del aparato fonador y dejar de pronunciar tan bien como antes cada palabra, pero el caso que quiero poner como ejemplo es precisamente cuando ninguna de estas causas existe objetivamente y al respetable señor se le mete en la cabeza que él no tiene ningún problema sino que es exclusiva responsabilidad de la esposa.

Claro que lo que digo para un hombre también vale para una mujer. Ambos géneros utilizamos por igual la negación de ciertas ideas molestas.

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9 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi caso creo que justo se da alrevés porque yo funciono muy bien con alguna otra ocasional aventurilla que tengo por ahí. Felizmente he llegado vivo a una época en que las mujeres están más cachondas que nunca y los que gustamos del belle sexo, estamos de parabienes.

Mi esposa vive preocupada por la celulitis y por su primer nieto y creo que el sexo ha dejado de importarle, por eso con ella no se me para ni con un encantador de serpientes.

Anónimo dijo...

Mi marido dos por tres se queda impotente y al principio me ponía muy nerviosa pero ahora ya me dí cuenta que él como todo el mundo tiene épocas buenas y épocas malas. Lo mismo le pasa con el caracter: tiene épocas en las que está divino y otras que es un verdadero oso malhumorado. Ya me convencí que no es una máquina y por ahí a mí también me pasa lo mismo sólo que no me doy mucha cuenta.

Anónimo dijo...

La conducta de las personas es como una ecuación: dada una cantidad de variables a,b,c,...x,y,z, se llega a un resultado que da por terminada la acción (=0) que vendría a ser cuando la persona ya no tiene más ganas de hacer eso y pasa a hacer otra cosa, entonces cada una de las variables a,b, etc. 'se carga' con nuevos valores pera terminar nuevamente en el "igual a cero" que es cuando uno nuevamente pasa a otra cosa y así eternamente.

Eternamente no, hasta que nos morimos.

Anónimo dijo...

Mi amor me da lastima cuando el pajarito no levanta vuelo. Se pone muy amargado y yo no sé cómo consolarlo. Le pregunté a mi madre y ella me dice que lo deje tranquilo, que no lo moleste, que le cambie de tema, pero no puedo, me da mucha lástima ver lo triste que se pone. Haría cualquier cosa con tal de no verlo así. Juro que no me importa tanto como eso privarme del placer de tener sexo.

Anónimo dijo...

Mi viejo es una tapia. Le compramos un aparato para el día del padre y no lo usa porque dice que no sirve para nada. Está medio imbancable ya. Será la edad. También puede ser que haya llegado el momento en que deba irme porque ya no tengo edad para vivir con mis padres. No me dan las bolas.

Anónimo dijo...

Acá está todo claro. La impotente soy yo. Se me fueron las ganas. Con él y con cualquiera. No me calienta nadie. Me congelé. Padezco el Enfriamiento Global. Los miro igual que los miraba antes y me levantaban la tapa de los sesos y nada. Nada de nada. El pobre intenta, me acaricia, me habla, pone películas porno y nada. No sé qué hacer porque quererlo, lo quiero.

Anónimo dijo...

Quizás Isadora este sea el momento justo para probar con una mujer. Eso no quiere decir que estés optando por renunciar a los hombres o que no quieras a tu pareja.

Anónimo dijo...

Judit tiene razón, tener sexo por suerte es posible con o sin erección del pene o del clítoris. El sexo es bastante amplio, abierto y variado. Es un modo de expresión que puedes usar como quieras, mientras respetes al otro, claro.

Anónimo dijo...

¿Por qué será que con la baja audición pasa algo parecido que con las disfunciones sexuales? Todos quieren hacer ver que la culpa es del otro. Muy bueno el ej. Lic.
A mi me parece que cualquier cosa que se vincule con la vejez o con la muerte es cosa candidata a ser negada.