miércoles, 19 de diciembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 32

Las mujeres cuando frustran delicadamente a los hombres que intentan seducirlas, logran aumentar el interés de éstos. La naturaleza las dotó de esta fórmula para que ellas encuentren al compañero que esté realmente a su altura, ya que los menos persistentes abandonan por no estar a su nivel.

Esta situación puede verse desde otro punto de vista. Cuando tenemos algo por lo que luchamos con mucho ahinco (una casa, una guitarra, un caballo, lo que Ud. más desee), lo apreciamos, disfrutamos y valoramos más que cuando nos llegó sin ningún esfuerzo (regalo, herencia, lo encontramos y nadie lo reclamó).

Todas las personas nos amamos en cierta medida (que va desde un poquito a muchísimo!!). Nuestro esfuerzo es digno de amor porque es nuestro. Lo que nos obliga a gastar nuestro esfuerzo vale mucho porque amamos ese esfuerzo (porque es nuestros). Si una mujer nos provoca tando deseo de conquistarla, se vuelve más y más valiosa ante nuestros ojos porque ella logra que hagamos mucho esfuerzo.

Al final, a quien amamos es a nuestro esfuerzo, pero ella se lleva los aplausos porque fue la que logró que nosotros lo hagamos.

Es un poco entreverado pero al final se entiende y vale la pena tenerlo en cuenta. Peor sería caer en la ingenuidad de suponer que el amor es sólo hacia ella.

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

...
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"Lo patético no es la natural estupidez humana, sino el esmero en hacerla notar"

Anónimo dijo...

A lo que dijo Albert recuerdo un chiste de un cómico que los argentinos tenían y que decía: "A mi mujer nunca le dije que era una imbécil porque no me lo hubiera entendido". ja-ja. Qué sabroso!!

Anónimo dijo...

habría que hablar de las mujeres que se regalan porque no frustran absolutamente a nadie. Cualquier cosa o persona les viene bien. Estas mujeres no elijen, toman todo lo que haya, son glotonas, angurrientas, desesperadas, insaciables.

Anónimo dijo...

Todo muy lindo pero tb sucede que los varones no siempre aceptamos los intentos de aproximación que ellas nos hacen, sencillamente porque no nos atraen, excepto para tener sexo, pero en este caso no sería "hacer el amor".
Ellas frustran cuando son encaradas pero se frustran cuando quieren encarar y son rechazadas.

Anónimo dijo...

Permítanme que comparta con ud este pensamiento que no sé de dónde lo obtuve:

"Ninguna tiene tanto éxito como La que No Está. Aunque todavía la han perfeccionado en el sutilísimo arte de la ausencia. Los que preguntan por ella terminan por conformarse con otra cualquiera, a la que toman distraídos, tratando de imaginar que tienen entre sus brazos a la mejor, a la única, a La que No Está.

Ana María Shua. Casa de Geishas"

Anónimo dijo...

yo soy espontánea, si el tipo me gusta (en todo sentido) en gral. encaro y no pierdo el tiempo histeriqueando; capaz que mañana no estoy viva ...

Anónimo dijo...

no estoy nadita de acuerdo, cuando te hacés desear, los pibes no pierden el tiempo

Anónimo dijo...

¿Qué es frustrar delicádamente a un hombre? Ya sé la respuesta: te amo pero temo ser una carga para ti.

Anónimo dijo...

si amáramos a nuestro esfuerzo, todos amaríamos nuestro trabajo

María Clara dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
María Clara dijo...

Sin duda esa danza de desencuentros forma parte del cortejo sexual humano en la seleccion del mas apto para crear nuestra descendencia, no es voluntario, es un ritual... ahora, qué tiene que ver eso con NEUROTRANSMISORES? parece charla de boliche... La clínica psicoanalítica no es humorística; no me parece serio su enfoque Sr. Psicólogo.