viernes, 14 de diciembre de 2007

Neurotransmisores - Gragea Nº 29

Cuatro ojos ven el doble que dos y dos cabezas apasionadas piensan la mitad que una.

Es probable que diferentes puntos de vista aporten más registros de la realidad. Una misma cosa vista desde diferentes ángulos, se ve diferente.

Ahora el problema empieza cuando esos diferentes observadores se juntan y tratan de sacar una idea como la gente. Ahí empiezan las discusiones, la defensas de las propias opiniones y el resultado puede ser nulo o negativo.

Es conocido el relato de los seis ciegos que trataron de saber cómo era un elefante y no pudieron llegar a un acuerdo porque el que tocó las orejas discutía que se parecía a un abanico, el que tocó las patas aseguraba que era como un árbol, y así los demás que tocaron la cola, los colmillos, la trompa y la panza.

Conclusión: parece bueno escuchar muchas opiniones pero asegurándose de que sea uno sólo el que finalmente saque una conclusión.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto me recuerda a lo que veo en el tránsito cuando el vehículo es ocupado solamente por su conductor(al que se lo ve conduciendo con su mayor destreza)o cuando en un mismo auto se los ve a dos o tres conversando animadamente, en cuyo caso la conducción se vuelve peligrosa para los demás y para ellos mismos.

Anónimo dijo...

Es cierto que hay personas dotadas de un inteligencia diferente (tanto mayor como menor, pero diferente). Es un rasgo más que puede diferenciarnos.

Lo que quiero decir es que a veces sucede que una persona parece ser más inteligente porque su pensamiento se confronta con un grupo que está obnubilado por la pasión, por el interés, por la emoción, y en este caso se vuelven incoherente, pierden eficacia y efectivamente producen menos que uno (de ellos inclusive) solo (desapasionado, sereno, reflexivo, organizado).

Anónimo dijo...

¡Nada más cierto! Póngase uno a conversar con un amigo "mano a mano" y luego intente hacer lo mismo, con el mismo amigo, pero agregándole otros discutidores, y veremos cómo aquel acuerdo tranquilo, meditado, se convierte en una gran necedad.

Anónimo dijo...

Estoy segura de que este ladino escritor lo que quiso decir al fin de cuentas es que la gente se casa porque su situación afectiva lo convierte en un idiota. Los de los 4 ojos lo puso para despistar. ¡Tiene una pinta de solterón!

Anónimo dijo...

A veces es cierto y otras no. Cuando a mí se me pierde algo dentro de mi casa, se le pierde a todos y resulta que después lo encontramos en el lugar más obvio.

Anónimo dijo...

Zulemita, te quiero conocer, ¡qué genia que sos! ¡qué te parió! Está clavado que es lo que vos decís. A mi siempre me llamó la atención como los que se divorcian se dicen de todo y me pareció una iluminación cuando la madre de una amiga me dijo "mirá que estos dos un día se casaron llenos de pasión".

¡Cómo cambia uno!