miércoles, 4 de agosto de 2010

Lo bueno y lo malo de la aristocracia

Tengo serias dudas de que los gobiernos de un país, realmente gobiernen.

«Gobernar» es un verbo antiguo. Se usa desde la época en que los estados tenían un grado de autonomía muy superior al actual.

Comparo a los países con los hogares. El grupo de personas que habita una vivienda, es probable que tome algunas decisiones con autonomía.

Por ejemplo, pintan las paredes, puertas y ventanas del color que desean, comen lo que apetecen, mantienen una higiene acorde a las exigencias de los habitantes.

Así eran los países hasta no hace mucho. Bastante autónomos, cerrados, impermeables a las influencias exteriores.

Los gobernantes eran como padres de familia.

Sin embargo, actualmente, los gobernantes reciben tantas influencias y determinaciones extranjeras, que sólo pueden dar algunas órdenes, reglamentando aquellas actividades internas (del país), que no contraríen las normas mundiales.

Podría decirse que algunos gobernantes ordenaron restringir el consumo de tabaco, pero corresponde decir «algunos gobernantes cedieron a la presión internacional condenatoria del tabaquismo».

Lo mismo ocurre con otros criterios médicos, sociales, ecológicos, modas, y fundamentalmente económicos.

A pesar de este escaso margen de maniobra que tienen los gobernantes, predomina la creencia en que disponen de mucho poder.

Por esto, una mayoría de ciudadanos desea (y algunos trabajan) para que «nos gobiernen los mejores».

Sin embargo, esa misma mayoría hace todo lo posible para que los gobernantes no pertenezcan a la aristocracia del país, porque entienden que un aristócrata es un ciudadano que posee privilegios indebidos.

Si fuera cierto (como parece) que el significado original de las palabras (etimología), influye en nuestro inconsciente (encargado de determinar nuestros actos), corresponde mencionar que aristocracia significa realmente «gobierno de los mejores».

Los pueblos se quejan de los gobernantes que eligen, porque estos son los mejores, es decir, son aristócratas.

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7 comentarios:

M. Eugenia dijo...

Y por qué será que a una se le formó la idea de que los aristócratas son los ricos?

Damián dijo...

El poder que realmente poseen los gobernantes es muy escaso, pero ese poquito les alcanza para hacer desastres o favorecernos en algunas pequeñas cosas.

Evaristo dijo...

Que gobiernen los mejores tiene lógica. Eso sí, habría que ver qué lógica tienen los que determinan quiénes son los mejores.

Sandra39 dijo...

Los gobernantes no tienen poder y los padres de familia han sido sustituídos por las jefas de hogar.

Paty dijo...

Ud dice que los pueblos se quejan de sus gobernantes de puro envidiosos?

Lidia dijo...

Los privilegios indebidos, o mejor dicho, molestos, que tienen los aristócratas en general, son:
haber tenido la suerte de nacer en una familia con buenos recursos culturales y materiales
ser sanos mentalmente
adquirir una buena educación
contar con una inteligencia superior
tener la posibilidad de establecer vínculos con personas que ocupan lugares de poder
adquirir por imitación buenos hábitos (de trabajo, alimentación, descanso, uso gratificante del tiempo libre)
y otros aspectos que seguramente se me escapan

el oriental dijo...

Podríamos decir que algún gobernante, que a su vez es médico oncólogo, ordenó con sobervia restringir el consumo del tabaco, apoyándose en lo que habrá sentido como su deber, dada su experiencia profesional.