Es posible pensar que cualquier estímulo penoso que recibamos, está puesto ahí por la naturaleza, ya que el proceso evolutivo de millones de años de cada especie, ha generado ese dispositivo para conservar el fenómeno vida según nuestra anatomía y fisiología.
También corresponde tener presente que la naturaleza no tiene consideraciones humanas, como por ejemplo, «tratemos de que los padres de familia no fallezcan cuando sus hijos aún son pequeños», «las personas más meritorias deben vivir mejor» o «este genocida que ha matado a millones de personas, tiene que morir cuanto antes».
Estas ideas son humanas, generadas por el particular aprecio que sentimos por nosotros mismos.
Las ideas de «principio», «causa» y «fin», son proyecciones de nuestras propias características, como son «haber nacido», «haber sido gestados por el coito entre un hombre y una mujer» y que «algún día moriremos».
El universo bien puede ser algo totalmente distinto, que exista y funcione con características propias, como por ejemplo que no tenga ni un comienzo, ni un creador ni un final.
Los malestares que padecemos los humanos, es probable que estén puestos ahí para estimularnos —como digo en varios artículos publicados en un blog destinado sólo a este tema (1)—, pero también para confirmar que nuestro organismo está en condiciones de seguir sosteniendo el fenómeno vida o que, por el contrario, debe degradarse (morir, descomponerse, volver a depositar en la tierra los minerales que lo componen).
También es posible pensar que el deterioro de nuestra respuesta orgánica, es causa de una mayor demanda de estímulos penosos para lograr los mismos resultados que obteníamos con un organismo más reactivo, joven, fuerte, saludable, y es por esto que, cuanto más ancianos somos, más dolorosos son los padecimientos naturales para conservar el fenómeno vida.
Morir, es entonces, no superar una prueba (examen) vital.
(1) Ver el blog Vivir duele
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11 comentarios:
Conservar la vida con dolor, no es negocio.
Y los estímulos positivos(las actividades gratificantes) por si solos, no alcanzan para estimularnos?
Prometo depositar en la tierra todos los minerales que me componen, pero no me haga morir Tata!
Para que me levante de mañana me tienen que tirar un vaso de agua en la cara, pero aún tengo mucha vida por delante.
El universo no puede tener características propias porque está creado por Dios, y nosotros a su semejanza.
Capaz que algún día Evangelina se saca el casco religioso y puede pensar con un poco más de libertad.
El gran problema es que la naturaleza no tiene consideraciones humanas y nosotros formamos parte de la naturaleza.
Qué difícil es pensar la inexistencia de un comienzo.
Cuando niños simplemente vivíamos; no pensábamos que vivíamos.
Quienes le temen al fin del mundo, deben de sentir horror por su propia muerte, digo yo.
Entiendo todo lo que dices de pe a pa, pero algo me dice que no es tan como tu lo pintas.
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