jueves, 24 de septiembre de 2009

La matemática no sirve para hacer cálculos

En el artículo titulado Los botones idénticos pero diferentes les comentaba el interesante fenómeno de la contratransferencia.

Debido a él, podemos suponer que una persona que nos acaban de presentar es un poco parecida a nuestro tío predilecto por la forma de hablar pero el traje que tiene puesto es igual al del hombre que nos chocó el auto cuando nos íbamos para la playa hace 22 años, arruinándonos el paseo.

Estas asociaciones inconscientes diseñarán nuestra forma de tratarlo con actitudes generalmente inexplicables (por ejemplo, nos reímos de sus chistes recordando al tío pero desconfiamos de él recordando a quien nos arruinó un paseo).

Todo esto pasa de forma casual pero el mismo fenómeno es utilizado de forma sistemática (con un método) en la educación que recibimos durante nuestros primeros años de vida.

Por ejemplo, cuando nos enseñan las razones y proporciones (aritmética) incorporamos la noción de justicia.

Aunque parezca desvinculado un tema con el otro, alguien que haya desarrollado la capacidad de entender este concepto será un ciudadano con un criterio de justicia más equilibrado que otro que no logró aprender aquellas fastidiosas nociones y que considerará razonable la pena de muerte para un ladrón de gallinas (des-proporción).

Con este ejemplo pretendo fundamentar por qué nuestros vínculos se nutren de experiencias pasadas aparentemente desvinculadas del presente, de manera similar a cómo estudiando matemáticas podemos determinar la manera de encarar la convivencia con nuestra comunidad.

La educación nos provee recursos para que cuando se nos presenten ciertas situaciones en las que naturalmente iremos a buscar inconscientemente experiencias pasadas, encontremos datos para que la reacción actual sea favorable a nosotros y a la comunidad.

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17 comentarios:

Carlos Rial dijo...

ES INSÓLITO! A LOS 45 AÑOS VENGO A ENCONTRAR LA PRIMERA EXPLICACIÓN COMO LA GENTE DE PORQUÉ TENÍA QUE ESTUDIAR AQUELLA PORQUERÍA DE MATEMÁTICA.

SALUDO A SUS LECTORES Y A USTED

Andrés dijo...

La educación facilita nuestra convivencia social.

Morgana dijo...

El Edipo te pone la noción de justicia en tela de juicio.

Nolo dijo...

Lo único que me sirve para hacer cálculos es la calculadora.

Eusebio dijo...

Me acaban de presentar una persona bonita como mi madre, inteligente como mi padre y buena como yo. Creo que vamos a tener un vínculo difícil...

el hombre que te chocó el auto dijo...

Si a los trajes los cuidás te duran toda la vida.

Gracián dijo...

De pequeño me consintieron mucho, por eso el sentido de justicia lo tengo muy a mi favor.

Teobaldo dijo...

La pena de muerte es razonable cuando las gallinas son mías.

Gladys dijo...

Yo estoy nutrida con un montón de experiencias pasadas de otras vidas.

Lupe dijo...

La educación nos provee recursos, aunque NO siempre provee recurso$.

Gastón dijo...

Espero que me haya quedado un registro de lo que aprendí en matemáticas, sin incluir a los profesores.

Carolina dijo...

Podría ser mi novio, lástima que se parece al profesor que me hizo perder cuatro veces matemática.

Tarzán dijo...

La educación que recibí en mis primeros años de vida me dejó en la selva.

García dijo...

Es bravo ser un indocumentado con un sentido de justicia desarrollado.

Roxy dijo...

En dibujo estamos estudiando perspectiva, quizás en un futuro me sirva para tomar distancia de las cosas.

Graciela dijo...

No entiendo como mi hijo puede tener tanta facilidad para las matemáticas y ser tan desordenado!

Paty dijo...

Estaría bueno que la matemática se transmitiera genéticamente.