martes, 15 de septiembre de 2009

La homosexualidad carcelaria

La transgresión a las normas de convivencia es todo un problema para la sociedad. Quienes delinquen provocan pérdidas de variada índole en la calidad de vida de los demás ciudadanos.

En menor grado, existen algunas pequeñas ventajas que dificultan las soluciones a tan grave problema.

Por ejemplo, en el artículo titulado Los préstamos por temor al robo comentaba que la inseguridad ciudadana fuerza a que haya más depositantes en los bancos para que los gobiernos puedan usar esos recursos que si se mantuvieran en las casas de cada uno no podrían usarse.

Otra ventaja de la delincuencia que obstaculiza las soluciones que pudieran aplicarse para evitarla es que existen muchos puestos de trabajo dedicados a su prevención, represión y reparación (guardianes, fabricación y venta de armas, compañía de seguros).

Y una tercer causa de la que nunca he oído mención es la que les comento seguidamente.

Los seres humanos somos naturalmente bisexuales pero la cultura sanciona con severidad nuestros deseos homosexuales.

A las personas que delinquen las encerramos en instituciones donde la homosexualidad se torna necesaria o por lo menos tolerada. No sería un error decir que las cárceles son homosexuales porque (literalmente) en cada edificio conviven personas de un mismo sexo.

Y éste también podría ser un hecho que estimula la conducta delictiva de aquellas personas que procuran (repito: inconscientemente) satisfacer sus deseos homosexuales aprovechando que las cárceles reprimen la libertad pero no la homosexualidad.

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12 comentarios:

Amalia dijo...

No tan inconscientemente: Para conciliar el sueño y descansar bien, hace años que imagino que mato a mi marido, me llevan presa y en la cárcel comparto la celda con una mujer de la que nos enamoramos perdidamente y cuando me estoy metiendo en su cucheta para que ella me mime, entonces ahí me duermo feliz.

Pay D'elos dijo...

Es extraño su planteo pero no me animaría a descalificarlo a la ligera.

Paty dijo...

Qué loco, no?

Asociación de Meretrices dijo...

Deberían incentivarse las visitas higiénicas.

Marindia dijo...

Es difícil aceptar que el Inconsciente esté dispuesto a pagar un precio tan alto.

Celina dijo...

¡No hay caso! Dios nos hizo de modo tal que no podamos vivir de manera natural.

Eduardo dijo...

Si le dijésemos al Ministerio de Defensa Nacional que no puede dedicarse a la prevención, represión y reparación del delito, sería equivalente a proponerle al Ministerio de Salud Pública que no se ocupe de la prevención, curación y rehabilitación de las enfermedades.

Fabiola dijo...

Podría pensarse en cárceles mixtas para los y las delincuentes con buena conducta.

Lupe dijo...

Fabiola es homofóbica!! Con ese nombre no me extraña que sea una cretina intolerante.

Efraín dijo...

La existencia de los delincuentes me permite sentirme una buena persona.

Leda dijo...

Para ser homosexual hay que tener los huevos o los ovarios bien puestos.

Anónimo dijo...

No olvide a los que vivimos de la investigación del delito. En mi caso soy de los que trabajo con escasos recursos y ya no siento satisfacción cuando encuentro al culpable.