Consultante — Mi hija más chica es increíblemente parecida a mi tía, con quien tuve una historia secreta digna de escribir una novela.Ella era la hermana menor de mi mamá y siempre fue de vestirse y maquillarse como para filmar una película.
Aunque yo era 6 años menor, estuve locamente enamorado de ella y casi toda mi actividad autoerótica estaba estimulada por su imagen, su voz, sus gestos, su cuerpo.
Ese enamoramiento tuvo un fuerte tropiezo cuando nos presentó a su novio. Un tipo común y corriente, empleado de comercio, un «don nadie» diría.
No tardé mucho en suponer que ese casamiento no era más que una pantalla para que nuestro vínculo se concretara en algún encuentro sexual como el que yo deseaba.
Ella no dejaba de alentarme mirándome de una manera especial, caminando por delante mío para que mi deseo no perdiera pasión, hablándome con una voz sensual que me hubiera gustado grabarla para poder escucharla una y otra vez.
Fue pasando el tiempo, naturalmente yo tuve que casarme también, por supuesto con alguien que se pareciera a mi tía y fue así como mantengo esta relación con mi esposa imaginando que estoy con mi verdadero amor.
Para mayor realismo de mi deseo, mi hija más chica es un calco de mi tía.
Han pasado ya 12 años de su casamiento y 9 del mío, y yo siempre alentando la esperanza de que algún día pudiéramos encontrarnos para descargar dentro de ella todo este erotismo que nunca perdió intensidad, pero pasó lo que no tenía que pasar.
En una reunión familiar tomé conciencia de que mi prima es la mejor amiga de mi adorada tía, entonces, como quien no quiere la cosa, la llamé un día para hablar de bueyes perdidos y cuando me pareció oportuno, le pregunté sobre el marido de mi tía, ese «don nadie» que todavía seguía casado con la mujer más hermosa del planeta.
Y ahí sucedió lo peor: mi prima me dijo con la mayor naturalidad del mundo que son una pareja muy feliz, que ella no se cansa de hablar maravillas de su marido, que siempre estuvo y sigue estando perdidamente enamorada de él.
Ahora no tiene sentido que yo siga casado y la consulto porque no sé cómo encarar el divorcio.
Terapeuta — Se nos agotó el tiempo. Seguimos en la próxima.
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13 comentarios:
Me calientan las historias retorcidas con incesto, violaciones, líos gordos. En este caso sólo están sugeridos.
Diría que le falta un poco de sal y pimienta, pero igual, es cortito.
No entiendo el final ¿Por qué el protagonista entiende que la unión con su esposa ya no tiene sentido cuando se entera de que su tía está muy enamorada del esposo?
Me quedé pensando en el comentario de Amanda porque a mí me pasó lo mismo, no entendí. Quizás lo que le sucedió a este hombre fue que cayó en la cuenta de que en realidad su tía ya no tenía espacio para él ¿pero por qué divorciarse de su mujer, qué tiene que ver? No sé, puede que haya decidido divorciarse porque ahora quiere vivir un verdadero amor, como su tía.
Me alegra escuchar historias de amor que perduran durante los años.
Me gustaría saber por qué para ud un empleado de comercio es un don nadie. Entre la gente común te encontrás con muy agradables sorpresas, y entre los personajes prestigiosos también, pero no vaya a pensar que son siempre agradables.
Al parecer la historia secreta corría sólo por la imaginación del consultante.
Quizás este hombre eligió a su tía como objeto de amor, para no apartarse demasiado de su madre. Muy endogámica la cosa.
¡Me encantaría revolcarme en el lodo con el hombre de mis sueños!
Este muchacho esperó demasiado tiempo ese encuentro casual, al parecer esperó que lo provocara ella, cuando eso le correspondía a él, porque la tía ya le estaba dejando el campo libre con sus insinuaciones. Para mí que se casó porque se aburrió de esperar y al final se sorprendió al ver como crecía el amor hacia su marido.
¿El sexo entre tío y sobrinos se considera incesto?
Respondiéndole a Mª Eugenia; no sé si se considera incesto, pero según el caso puede ser pedofilia y/o homosexualidad doméstica.
Estas sesiones de análisis se cortan en el momento cúlmine, igual que las telenovelas.
Estuve enamorada de un tío hasta que por suerte me rescató alguien, que en realidad es mujer igual que yo. La vida te da sorpresas...!
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