Dos personas tienen un conflicto de intereses y pueden sentarse a buscar una solución o pueden delegar esta tarea en sus abogados.
Casi seguro que si participan los abogados es porque ellos dos no pudieron llegar a un acuerdo. Más aún, quizá no pudieron mirarse a la cara y mucho menos hablarse.
Pero ese conflicto de intereses entre dos personas puede ser llevado al terreno deportivo y ser utilizado como un juego.
Los deportes competitivos plantean e intentan resolver el conflicto entre dos o más jugadores (o equipos) que «dicen ser los mejores».
El tenis parece una discusión cuidadosa. Sus propias reglas incluyen la instalación de una red que impide el contacto físico. Algo similar sucede con el voleibol.
Pero cuando los participantes (jugadores y espectadores) prefieren un poco más de violencia, de contacto físico, de riesgo, resuelven su conflicto de interés (determinar quién es el mejor) utilizando juegos sin red (fútbol, basquetbol, rugby, hockey).
De estos ejemplos podríamos extraer cuatro ideas por lo menos:
1) Que el uso del lenguaje puede ser suficiente para resolver los conflictos de intereses que podamos tener (ya sea usado por los interesados o por quienes los representen);
2) Que uno de los conflictos que nos enfrentan tienen que ver con determinar «quién es mejor o superior a quién»;
3) Que los humanos disfrutamos prescindiendo del lenguaje para resolver nuestros conflictos y por eso usamos los juegos para que la inevitable violencia del lenguaje corporal «no pase a mayores»;
4) Que la violencia condenable (contra niños, mujeres, ancianos) se produce porque de alguna manera disfrutamos con ella.
Dejo constancia que a propósito no menciono el boxeo masculino y femenino.
Artículo relacionado: La violencia invisible .
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21 comentarios:
Estoy de acuerdo: en el fondo somos bestiales pero la educación nos impone la cultura respetuosa hasta con nosotros mismos. No nos reconocemos violentos porque aprendimos que no debemos serlo.
¡Que concepto tiene de sus semejantes! No es muy piadoso que digamos. ¿Tiene algún amigo o es la reencarnación de Robinson Crusoe?
Cuando voy a la cancha siento la emoción de nuestra horda de caníbales imaginando comernos a los contrarios en un pan como si fueran un perro caliente.
Cuando vuelvo puedo tolerar hasta a mi suegra, que ya agarró la onda y viene cuando voy a la cancha.
Está todo calculado. jojo
hay días en que realmente me resulta imposible pedir permiso y tengo que dar un empujón. la gente me mira con cara extrañada, pero no puedo hacer otra cosa. algún dia cambiare
Hablar es de mujeres que nunca terminan de ponerse de acuerdo. Un par de piñazos bien dados y nos vamos a tomar una.
La crueldad suele ser una de las características de algunos humanos.
Interesante esto de ver a los deportes de competición como discusiones regladas. Ud siempre nos muestra la realidad desde un punto de vista novedoso
Gracias a Dios que existen los abogados porque sino ya habría matado a más de uno.
Mi deporte de contacto preferido es el sexo, además tiene la ventaja de que no exige competencia sino colaboración.
No sé si se le puede llamar violencia al sadismo premeditado, creo que la violencia es siempre un exabrupto.
Me gusta jugar a las bochas porque no se pone en juego la integridad física de nadie y se puede charlar mientras se juega.
Puedo resolver los conflictos mediante el uso del lenguaje, pero no dejo de incluir alguna palabra porcaz que me sirva de descarga.
¡Qué manía tiene la gente de vivir midiéndose!
Es muy importante para la educación de niños y adolescentes practicar deportes grupales. Estos deportes tienen reglas claras, iguales para todos y enseñan a trabajar en equipo.
Entré en sana competencia con Blancanieves hasta que el espejito terminó aburriéndome y decidí hacer justicia por mano propia.
La violencia contra los hombres también es condenable, ya sea física o psicológica.
No me queda claro si los campeonatos de fútbol se dirimen en la cancha o en los programas deportivos.
A veces los abogados también se pelean entre ellos y envían un emisario.
Somos unos animales, pero estamos en evolución y continuaremos evolucionando miles de millones de años más.
En mi laburo exigen una actitud proactiva y queda mal visto que una se siente a buscar una solución.
En este mundo predominan los espectadores que no hacen más que vivir la vida de los demás.
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