Aparentemente los varones conquistamos a las mujeres pero son ellas quienes nos eligen por causas biológicas, instintivas, mamíferas.
Por más que proteste contra los desórdenes mentales que provoca nuestra cultura, sigo siendo un señor respetable, que saluda a los conocidos, que anda vestido decorosamente y con apego a esta insoportable civilización.
Sin embargo, sueño con que algún día algo podrá mejorar, algún día algo ocupará su legítimo lugar; tampoco descarto que se interrumpa la subversión que nos afecta.
Es subversivo que las mujeres desempeñen un rol sexual pasivo y que los varones desempeñemos el activo cuando lo real es que ellas son las que convocan al varón que más les conviene cuando están físicamente dispuestas a ser embarazadas (1).
Como en el resto de los mamíferos, tienen que ser ellas las que eligen al varón que consideran el más adecuado para gestarles «hermosos (saludables) hijos».
La cultura da vuelta este fenómeno natural porque se le ha ocurrido que el varón se comprometa en la crianza de los hijos que fecunda.
Para lograr este difícil objetivo (ya que los varones notoriamente no tenemos ningún interés en los hijos que podamos fecundar), se inventó el matrimonio por el que al supuesto papá se le ofrece la titularidad honorífica de los hijos que fecunda, haciendo que los pequeños lleven su apellido.
El varón «conquistó» además que la sociedad le prohíba terminantemente a ella que fornique con otros varones, porque él sabe que ningún mamífero está predispuesto biológicamente para la monogamia.
Esta exclusividad que él exige (y ella también aunque con menor respaldo cultural) le viene dada porque procura que «su mujer» le brinde protección maternal, y como «madre hay una sola...», la prefiere en exclusividad para reforzar la fantasía.
También es subversiva la pantomima según la cuál «ellos las conquistan».
(1) «A éste lo quiero para mí»
«Soy celosa con quien estoy en celo»
«La suerte de la fea...»
(Este es el Artículo Nº 1.527)
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12 comentarios:
Cómo que los varones no tenemos ningún interés en los hijos que podamos fecundar!!
Imagino que debe ser difícil para un hombre ser ¨convocado¨ por una mujer que no le gusta.
Su decoro
y su apego,
lo hacen
respetuoso
y bueno.
Las causas mamíferas buscan contacto y apego.
Yo también sueño con una forma de vida menos conflictiva, más respetuosa de nuestros instintos, más responsable; donde los individuos tengan un mayor conocimiento de si mismos.
¿Usted dice que podríamos juntarnos las mujeres para criar a nuestros hijos? De pronto puede ser, no se trata de algo inédito, en otras culturas y en otros tiempos ha dado resultado.
A veces falla lo de gestar hijos saludables, aunque es cierto que en un porcentaje relativamente bajo, creo...
La cultura no es ocurrente, tiene sus motivos, no podemos desconocerlos.
Me parece que cuando el que pretende conquistar es el varón, la mujer huye.
Los mamíferos humanos sentimos celos desde muy pequeños. Esto atenta contra la poligamia.
Las mujeres, entre otras cosas, también queremos protección paternal.
No cabe duda de que la titularidad honorífica de los hijos le corresponde a la mujer. Y no es un tema de pelear por pelear. Como ud. dice, esto subvierte las cosas y genera una estructura social inadecuada.
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