jueves, 8 de marzo de 2012

La violencia pedagógica

La violencia física como procedimiento pedagógico irá cediendo paso a procedimientos que no humillen a los niños y a los adolescentes.

Es posible aceptar que un «coscorrón» produce un sonido similar a «¡cosc!». Por eso «coscorrón» es la onomatopeya de un «golpe en la cabeza».

No hace mucho (1) mencioné las «valiosas desventajas» que tiene la violencia. Sugería que es muy barata, fácil de aplicar, que no requiere una capacitación especial, pero que a la vez produce pobres resultados a mediano y largo plazo.

(En tono irónico) La violencia pedagógica es la usada espontáneamente por todo educador (padre, madre o docente espontaneo) cuando la incomprensión del niño lo enoja, cuando se siente agredido por la maligna inteligencia del pequeño, o cuando asume que esos pecados infantiles deben ser juzgados sumariamente y castigados en menos de cinco segundos, pues de no hacerlo se estaría formando un adulto delincuente.

(En tono aún más irónico) Con estas profundas reflexiones, por el bien del niño, sin olvidar que al castigador le duele más que al castigado, es que vuela una cachetada, se le pega con los nudillos en el cráneo (coscorrón), se le tira del pelo y cuando la situación lo justifica, el cinturón paterno rectificará la natural maldad de la insoportable criatura.

(Sin ironía) Vivo en Uruguay, pequeño país de América del Sur, bastante conocido por los éxitos en el fútbol, pero que también dispone de una legislación aceptable.

El 20-11-2007 se aprobó la Ley Nº 18.214 (2), popularmente llamada «Ley del coscorrón», con la que se prohíben las prácticas violentas y humillantes contra niños y adolescentes.

Por ahora es una expresión de deseo,... pero será efectiva el día que los actuales educados en la violencia y que no imaginan otro procedimiento, le den paso a las nuevas generaciones.

(1) La violencia es barata pero no rinde

(2) Ley uruguaya Nº 18.214 (Ley del coscorrón)

Otra mención del concepto «violencia»:

La prohibición del incesto es excepcional

(Este es el Artículo Nº 1.505)

●●●

9 comentarios:

Josefa P. Varela dijo...

Señor Autor: ¿Ud en qué época fue educado? Lo invito a pasar un día de su rica vida en un salón de alguna escuelita de CCD. Después hablamos de la Ley que menciona.

Matilde dijo...

Podemos tener todo clarísimo pero si no poseemos autocontrol, no sirve de nada. Sé que las mismas personas que han golpeado brutalmente a un niño, pudieron sentir en otros momentos una ternura infinita y la espontánea necesidad de protegerla.
Somos capaces de atrocidades que desafían nuestra imaginación y creo que hacemos todo lo que está a nuestro alcance por evitarlas, pero insisto, es necesario aprender a manejar la ira.

Gaspar dijo...

Me atrevería a afirmar que la humanidad ha disminuído su sadismo. Lo digo pensando en los terribles instrumentos de tortura que existían en la Edad Media, y que se inventó la Guillotina para provocar una muerte rápida, para evitar la agonía. Por supuesto que sigue existiendo la tortura, pero parecería que en menor medida.

Matías dijo...

Acá se habla del coscorrón y salen con la tortura!! ¿En qué están pensando?!

Norton dijo...

Todo animal carnívoro está dotado genéticamente para la violencia, porque (salvo los que viven de la carroña)necesita matar para vivir.

Diana dijo...

Los humanos somos animales muy adaptables e influenciables por el medio. Por eso la educación puede lograr grandes cambios.

Leonel dijo...

(En tono desesperado)No puedo más, me sacan de quicio!!!

Gabriela dijo...

Cuando se decía que ¨la letra con sangre entra¨, existirían, supongo, justificaciones para respaldar esa afirmación. A mí lo que me da miedo es las justificaciones que inventamos para todo tipo de cosas. Podemos hacer del razonamiento una máquina de promover barbaridades.

Anónimo dijo...

Don Mieres, yo le digo la verdad, a mí lo que me tiene mal es la humillación a la que nos someten los pibes, que están inmanejables, que te hacen un escándalo en cualquier lado, y uno pone lo mejor pero no se puede... la verdad, no se puede.