miércoles, 9 de febrero de 2011

Micifuz: ¡ataque!

Las mascotas (gatos y perros) simbolizan la temible agresividad de los humanos.

En otro artículo (1) comento que los ricos-explotadores-esclavistas pueden compararse con los lobos y que los pobres-explotados-esclavos pueden compararse con los corderos, en tanto son alimento de los lobos.

Sin embargo, algo no está funcionando en esta relación porque, hasta donde puedo observar, nuestra especie es agresiva o muy agresiva. Lo que más nos falta es mansedumbre, serenidad, paciencia, tolerancia, solidaridad, bondad.

Vayamos a los datos objetivos: la dentadura de los animales carnívoros incluye cuatro piezas (caninos) aptas para desgarrar la carne que servirá de alimento, mientras que los animales herbívoros, no tienen esas piezas.

Usted y yo tenemos caninos y por eso tenemos una dieta que incluye carne.

Es más: somos omnívoros porque comemos cárnicos y vegetales.

Lo que (aparentemente) no está funcionando en estas reflexiones, es que si bien los humanos somos muy agresivos, nuestra organización social ha creado infinidad de procedimientos para limitar, bloquear y hasta anular nuestra agresividad.

Casi todos estamos de acuerdo en que el animal humano es el más peligroso.

En el artículo mencionado al principio digo que hay más pobres que ricos porque hay más seres humanos que se comportan como corderos que seres humanos que se comportan como lobos.

Todo parece indicar que nuestra agresividad natural está reprimida por la cultura.

En otro artículo (2) comentaba que la represión es el mecanismo psicológico por el cual, ciertos deseos son prohibidos, enviados a nuestro inconsciente, desde donde siguen intentando satisfacción.

Para controlar este impulso tan temible,

— nuestras leyes castigan la agresividad,

— algunos ciudadanos evitan comer carne,

— disfrutamos de cierta violencia en el deporte y en el arte,

— integramos al grupo familiar, bajo estrictas condiciones de subordinación, gatos o perros porque simbolizan esa agresividad nuestra que necesitamos exorcizar (conjurar, expulsar, alejar).

(1) La cadena alimentaria de los caníbales urbanos

(2) El terrorismo de Facebook y Twitter

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13 comentarios:

Adela dijo...

Por suerte en general la represión funciona.

Ingrid dijo...

Si el resto de los animales simbolizan la agresividad de los humanos, ese puede ser un motivo para que los cuentos infantiles sean protagonizados por ellos. Las acciones humanas más crueles pueden ser mejor toleradas por el niño, si se representan en un animal que en apariencia no tiene nada que ver con él.

Alberto dijo...

Yo fui siempre de tener perritos falderos. De esos que no sirven para cuidarte la casa porque le harían fiesta a los ladrones. Por eso me cuesta entender lo que ud dice.

Yenny dijo...

Menos mal... algo no está funcionando en la relación lobos/corderos.

el Conde dijo...

No olvide que los caninos humanos fueron haciéndose menos puntiagudos.
Por suerte no es mi caso.
Será porque soy un chupa-sangre?

Lea dijo...

A mí me parece muy feo comer vegetales. (Comer cadáveres es un horror, obvio)
Cualquier cosa que se coma, está mal.
Sobre todo hamburguesas, puaj!
Hay que hacer alimentos sintéticos (pero que no traigan cáncer, ni derrames cerebrales o cosas así)

López dijo...

Mientras los demás no se decidan a cambiar, seguiré siendo omnívoro por naturaleza!!!

Lola dijo...

De lo que va a la parrilla, lo que más me gusta es la morcilla dulce.

Evangelina dijo...

Repito sus palabras: "lo que más nos falta es mansedumbre, serenidad, paciencia, tolerancia, solidaridad, bondad".
Qué está diciendo, eh?
Lo que más nos falta es cristiandad!

Chapita dijo...

Yo a veces soy un hombre lobo. Entonces ahí no me quieren porque me la paso aullando.

Rulo dijo...

Que coincidencia! La dentadura de los de mi barrio también incluye cuatro piezas...

Verónica dijo...

Soy ovoláctica.
Verdad que suena bien?

Homero dijo...

Jamás exorcizaría mis demonios, haciéndome cargo de un endemoniado perro!