sábado, 19 de febrero de 2011

Ignoremos a los que ya «saben todo»

Quienes estudian con devoción el pensamiento de los grandes teóricos, terminan sabiendo más de ese personaje que de lo que necesitamos saber para vivir mejor ahora.

Tengo muchas pasiones, pero dos de ellas se exhiben con más frecuencias en mis blogs: el amor y la calidad de vida. Dicho de otra forma: Los vínculos entre las personas y el bienestar económico.

Busco la felicidad universal pero no la felicidad ideal de estar siempre contentos, sin problemas, con alegría, sino otra menos pretenciosa, que tiene como característica que, en promedio, varios días se viven con cierto entusiasmo, curiosidad, tolerancia, proyectos, desafíos, juegos, escaso aburrimiento, con dolores sí, pero soportables y transitorios, con discusiones, conflictos, desentendimientos pero que no resulten pesados, mortificantes, hirientes, sino entretenidos, que nos estimulen a pensar, quizá estudiar, buscar argumentos.

Para lograr esta vida mundana, realista, concreta, material, sincera, que no necesite apoyarse en fantasías que se parezcan a un delirio psicótico, hacen falta dos cosas:

1) Conocerse a uno mismo (que no es tan sencillo porque hace milenios que lo intentamos con escaso éxito); y

2) Algo mucho más fácil ... una vez logrado el punto anterior: conseguir los recursos materiales para satisfacer nuestras necesidades y deseos, sin saciarnos ni hartarnos.

Como decía en otro artículo (1), la ciencia no está capacitada para acceder a estos logros porque cada vez está más especializada y quienes poseen esos conocimientos, no pueden ni podrán por mucho tiempo, trabajar en equipo porque cada grupo de especialistas parece vivir en chacras amuralladas que impiden el trabajo multidisciplinario.

Por lo tanto, obtener los objetivos 1) y 2) sólo puede estar al alcance de gente común, que pueda pensar libremente, que no sea erudita, docta, leída y sometida a lo que escribieron los ideólogos famosos.

(1) Los especialistas no se entienden

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11 comentarios:

Sandra39 dijo...

Ni el punto 1, ni el punto 2, se consiguen de manera individual y a puro voluntarismo.

Biblia dijo...

Soy muy leída, pero por favor, les pido que no me ignoren.

Rolando dijo...

Cada vez es más frecuente el trabajo en equipo.

Susana dijo...

Soy una bulímica del recurso material: acumulo, acumulo, y luego hago grandes donaciones.

Luis dijo...

Mi hijo lee con bastante frecuencia sus blogs. Espero que no lo haga en este caso. Si no se especializa, no va a conseguir un buen pasar, por más que se conozca a si mismo.

la gordis dijo...

A mí me gusta comer hasta saciarme, sorry.

Mauricio dijo...

Nunca logré que mi mujer le viese la parte divertida a nuestros desentendimientos.

María José Lussich dijo...

Cuando mi padre decía "fulano es un tipo mundano", lo hacía con evidente desprecio. Siempre creí que ser mundano era un equivalente a ser superficial, ordinario, parte de la manada.

Graciana dijo...

Yo busco una felicidad parecida a la suya... No será que ud me la ha robado?!

Chapita dijo...

Es cierto, el tema pasa por conocerse. Por eso pido tolerancia ante los evidentes retrasos y dificultades que me provocan mis personalidades múltiples.

Alicia dijo...

Estoy de acuerdo con Sandra39 en lo que respecta al punto 2 (conseguir los recursos materiales), bien cierto es que el problema de la pobreza desborda lo individual. En cuanto al punto 1 (el conocimiento de uno mismo), creo que es un proceso mas bien individual, aunque claro está, se va desarrollando durante el proceso de convivencia con otros.