miércoles, 21 de julio de 2010

Club Goleadores de Fútbol

Al lenguaje humano, lo usamos como una herramienta o como un arma.

Lo usamos permanentemente para comunicarnos (herramienta), aunque suele ser usado para manipular, engañar, confundir (arma).

La política especializada en gobernar grandes colectivos (países, naciones, bloques, gremios), suele darse un nombre que procura sugerir alguna idea propagandística.

No conozco que existan instituciones partidarias que hayan elegido nombres como «Partido de los buenos» o «Partido de los mejores» o «Partido de los justos», porque tal grado de explicitación estaría demostrando, con excesiva claridad, cuál es la verdadera intención de sus integrantes.

Por el contrario, se han elegido nombres sugerentes, para que indirectamente se diga lo mismo, pero sin ser tan obvios.

Por ejemplo, «Partido Demócrata», «Partido Republicano», «Partido Socialista», «Partido Comunista», son denominaciones que pretenden sugerir la pureza de sus postulados, procuran hacer creer que son los legítimos (y por lo tanto, únicos) defensores de lo más esencial de la ideología que invocan en su denominación.

En otras palabras, el lenguaje usado de esta manera, intenta hacernos pensar que los únicos políticos con ideas democráticas pertenecen a ese partido y no a otro. Tratan de convencernos de que los comunistas, socialistas y republicanos, no aman la democracia, porque si la amaran, entonces serían del «Partido Demócrata».

Exactamente lo mismo ocurre con el «Partido Socialista» o cualquier otro que se autodenomine emblemáticamente, es decir, con una breve consigna que pretenda hacer pensar que «ellos —y sólo ellos— son los auténticos defensores de los valores que los identifican (democracia, comunismo, etc.)».

Como la mejor forma de esconder, es mostrar, quienes dicen ser los únicos y auténticos demócratas, comunistas o representantes exclusivos del valor supremo que sea, no son denunciados por su arrogancia e intención manipuladora, porque el descaro es tan grande, que no lo percibimos.

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14 comentarios:

Lola dijo...

Mi nombre sugerente es Lola.

Elbio dijo...

Distintas ideologías defienden o dicen defender los mismos valores. La diferencia está en el recorrido que se propone para llegar a ellos.

Paty dijo...

Lo mejor es que los partidos se pongan el nombre de colores: partido verde, partido blanco, partido colorado, etc.

Graciana dijo...

Los partidos que acaparan en su denominación el uso de una palabra muy abarcativa, obligan a que los otros partidos se autodenominen usando frases más creativas, como por ej "movimiento de liberación masculina". Aunque dicen que un partido y un movimiento no son la misma cosa.

Manuela dijo...

Vuestro partido Blanco, es racista?

Evaristo dijo...

Esencialmente el lenguaje es una herramienta para seducir (cuando buscamos procrear) y un arma para seducir (cuando buscamos vender).

Nolo dijo...

Después de sesudas discusiones, decidimos que el Club del barrio debía renunciar a su denominación de atlético, y quedarse sólo con el nombre del barrio.

Marcelo dijo...

No sé si habrá Partido de los Justos, pero está el Partido Justicialista.

Gumersindo dijo...

El lenguaje gestual me atemoriza. Soy de hablar con la cabeza gacha.

CHECHU dijo...

SOY CHECHU LA AUTENTIKA

Monzón dijo...

En política, para manipular hay que ponerse guantes.

Elbio dijo...

Los integrantes de un Partido, tienen las más diversas intenciones.

Marcia dijo...

Hay muchos partidos comunistas y muchos socialistas. Casi uno por país.

Facundo Negri dijo...

Los que tienen ideas democráticas no se dedican a la política.