miércoles, 7 de julio de 2010

El terrorismo popular

Aunque sea evidente, igual lo reafirmo: para nosotros (concretamente, para nuestro instinto de conservación), es mucho más grande un problema que una solución, aún cuando sean igualmente importantes.

Es por nuestro bien, que el instinto de conservación nos provoca este error de percepción; para que apliquemos más energía, cuidado y esmero en evitar los problemas, que en disfrutar de las soluciones.

Sabido esto prácticamente por cualquiera que alguna vez se haya detenido a pensarlo, veamos un abuso habilitado por este error de percepción que nos provoca el instinto de conservación.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527), fue un pensador italiano que tuvo el coraje (o la inconsciencia), de escribir un libro sobre ciertas verdades inconfesables.

En su famoso libro titulado El príncipe, escribió una lista de malignas pero efectivas técnicas para ejercer el poder.

Ante una duda que el autor se plantea, comienza a responderse así:

“Surge de esto una cuestión: si vale más ser amado que temido, o temido que amado. Nada mejor que ser ambas cosas a la vez; pero puesto que es difícil reunirlas y que siempre ha de faltar una, declaro que es más seguro ser temido que amado. (…)”

Reitero que el autor se está refiriendo a una técnica para gobernar multitudes.

Sin embargo, lo que me parece interesante, no es la idea para lo que fue propuesta, sino para quienes la usan instintivamente, todos los días, con sus seres queridos y gente conocida.

Me refiero que todos esos buenos ciudadanos que permanentemente nos están recordando que debemos temerle a la vida (dietas, precauciones, amenazas, rumores, pronósticos, catástrofes, enfermedades, adicciones, delincuencia), en vez de amar a la vida.

Esos buenos ciudadanos (médicos, informativistas, hipocondríacos, ex-fumadores, dictadores desocupados), en tanto portavoces de advertencias temibles, no pueden controlar su afán de gobernarnos o de compartir sus miedos.

Artículos vinculados:

La desconfianza de supervivencia

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14 comentarios:

Lucas dijo...

Si no tuviese instinto de conservación, mi vida sería más corta pero más feliz.

Marcia dijo...

Si no tuvieras instinto de conservación, Lucas, estarías entubado para recibir alimento y agua.

Ingrid dijo...

Los "pájaros del mal agüero" matan varios pájaros de un tiro (valga la redundancia por pajarones). Comparten sus miedos para aliviarse (aunque así sea que esparcen su porquería por todos lados), amedrentan a los demás volviéndolos (al menos en su fantasía) más gobernables, estimulan su estado de alerta creyendo que alejarán a la muerte e intentan impedir que a su alrededor haya un ambiente distentidido (no olvidemos que por lo menos se necesita a todo un ejército para contener a la muerte).

Elnestor dijo...

Justo estaba amando a la Vida en un parque cuando me asaltaron.
Ahora a la Vida la amo en privado.

Armando Coke dijo...

Usted ha dicho una gran verdad. No nos alegramos lo suficiente con las soluciones. PROPONGO LA FIESTA DE LA SOLUCIÓN, FESTEJEMOS EN EL TRABAJO CUANDO SE SOLUCIONA UN PROBLEMA, AGASAJEMOS A NUESTROS COMPAÑEROS!
Y QUE SI NOS DESPIDEN, QUE NOS DESPIDAN A TODOS!!!!

Canducha dijo...

Mire que son bravos los tanos...

Paty dijo...

A mí me gusta el programa de Rial porque se dicen mentiras inconfesables.

la gordis dijo...

Yo le dedico mucho tiempo a disfrutar de la vida. Sólo debo buscar que la mayor parte de ese tiempo no se desarrolle en la cocina.

el oriental dijo...

Los holandeses ponían igual esmero en evitar los goles que en hacerlos.

Se veía naranja por todos lados!

Matilda dijo...

Ahora agarré la costumbre de comprarme algo para festejarme, cada vez que soluciono algún problema de esos que venía arrastrando de hace tiempo.
Mi esposo, que ya leyó el artículo de "El dinero y la pobreza patológica", dice que eso es DESTRUCCIÓN SUNTUARIA.

Anónimo dijo...

Ahora entiendo por qué dicen que hay que tener temor de Dios.

Grafito Paredes dijo...

La verdad se vuelve inconfesable cuando estás cerca del patíbulo.

ZEIT ediciones dijo...

Estamos convocando escritores que quieran parcipitar de nuestra Revista Litararia "PercePciones", con cuentos y poesias. Te invitamos a visitar nuestra página www.zeit-ediciones.com.ar o escribir a zeitediciones@gmail.com

nataliasuarez dijo...

infundar miedo es la mejor forma de resguardarnos... lamentablemente a veces las buenas personas tambien lo hacemos, con nuestros hijos, con nuestra pareja y con nosotros mismos, es simple debilidad... falta de habilidad para que nos amen o amar sin temor