Filosofar es mostrar que las cosas no son como parecen.
Si los humanos nos ponemos a mirar un fenómeno extraño y cada uno dice lo que le parece que es, filósofos son aquellos que logran dar opiniones atinadas, verosímiles pero diferentes a lo que piensa la mayoría.
Propongo otro ejemplo: ese mismo grupo de personas mira un espectáculo de prestidigitación (un mago o ilusionista). Filósofos son aquellos que, no pudiendo dar crédito a las apariencias (a lo que todos creen ver), piensan, analizan, observan, hasta construir una hipótesis (teoría) que explique racionalmente lo que ven, desbaratando de esa forma el encanto de presenciar algo mágico, milagroso, fascinante.
Estoy diciendo que para los filósofos, la inseguridad, la duda, la desconfianza, son características profesionales.
Por definición, no puede existir un filósofo confiado, crédulo, ingenuo.
Pero además de esta paranoia que precisan (para poder ejercer su rol), también son un poco amantes del dolor, de la frustración, no privilegian la búsqueda del placer o, directamente, huyen de él.
Según parece, esa mayoría que opina de una cierta forma, lo hace porque le gustaría que así fueran las cosas. Por ejemplo, esa mayoría que afirma que el sol sale por oriente y se oculta por occidente, desconoce placenteramente que es la rotación de la Tierra la que nos da esa engañosa sensación.
En suma:
La mayoría ama creer lo que le gusta, la buena noticia, la realidad más placentera, la que mejor se ajuste a lo que ya sabe, a la tradición, a lo que piensan los demás, aman las ideas heredadas de gente querida, respetable y venerable. Son conservadores.
Los filósofos aman no pertenecer a la mayoría e intentan justificar responsablemente esa petulancia (engreimiento, vanidad), construyendo teorías displacenteras, desilusionantes, revolucionarias, transgresoras, rupturistas, que a veces se confirman. Son progresistas.
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15 comentarios:
Me parece muy inteligente el planteo de su artículo.
Bueno, en realidad me parece inteligente porque yo pienso lo mismo.
Pienso lo mismo porque he observado en muchos otros la capacidad de creer en lo que les resulta placentero, por más disparatado que sea.
Además he observado en mi mismo que huyo de esas creencias que me harían la vida mucho más fácil. Tengo una actitud crítica y analítica que sólo se lleva bien con un grupo reducido de personas. Frente a la mayoría me he visto obligado a simular que comparto sus creencias porque me las imponen de una manera veladamente agresiva, de modo tal que contradecirlos sería el equivalente a buscar pelea.
Y no me divierte pelear; aunque eso es algo que podría intentar modificar.
No todos los filósofos son progresistas. Muchos de ellos construyen un cuerpo de ideas que viene a justificar el orden imperante.
Hay personas que aprovechan cada oportunidad de festejo que se les presenta. Son los que gustan unirse al festejo de las masas. Esas personas me dan en parte envidia, pero también me generan desprecio.
En la enorme mayoría de los casos encuentro argumentos para afirmar que esos desbordes de alegría popular tienen bastante de estúpidos. Sé que sueno altanera; pero qué le voy a hacer.
Nada es lo que parece?
Ni siquiera mi amor por el osito?
Uno de los méritos de los filósofos es descubrir nuevas formas de ver en aquellas cosas que de tan acostumbrados, no vemos
Muchas veces los científicos (que también son pensadores) prueban fenómenos que nos parecen inverosímiles. Es que pocas veces estamos preparados para incorporar las verdades de la ciencia. Así como dicen que todos llevamos un niño dentro, del mismo modo llevamos el pensamiento mágico de ese niño.
Cuando tenía cuatro o cinco años miraba el cielo azul oscuro de la noche e imaginaba que desde alguna estrella bajaba una gigantesca escalera refulgente y blanca, por donde bajaban los Reyes Magos.
Durante mucho tiempo fui una persona llena de dudas, insegura y desconfiada (desconfiada con un toquecito paranoide). La experiencia me demostró que esas características de mi personalidad me traían muchos problemas, más aún teniendo en cuenta que no era capaz de formular teoría filosófica alguna.
No sé cómo pero fui cambiando. Me transformé en una persona confiada, aunque sigo manteniendo mis dudas y buena parte de mi inseguridad. De todos modos el resultado no fue muy bueno. Ahora me ningunean porque me califican de ingenua.
En resumen: los filósofos son los que le buscan la cuarta pata al gato.
Los filósofos no pueden dar crédito, porque la filosofía no reditúa.
Cada vez que huyo del placer tradicional, me encuentro con el placer sadomasoquista.
A quién le puede molestar que la Tierra rote. Lo que nos molesta es morir para siempre. Entonces nos gusta creer en la vida eterna, las reencarnaciones, el paraíso, etc.
FILOSOFANDO ME ENCONTRE CON DIOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Y aprendi a ser MAS SABIA
No tengo prejuicios hacia las personas Si una escala de valores que me hace sentir muy feliz
Razono cuando tengo ganas o me lo demandan externamente y luego me dedico a la MUSICA que es mi mayor contencion al igual que la ORACION
A traves de la ORACION aprendo a ser YO MISMA .
A valorar mis virtudes y a perdonar mis defectos por considerarme un ser solo perfectible pero por la gracia de DIOS en camino hacia la perfeccion
Aprender a SER ha sido para mi un arduo proceso adolescente
Por suerte la vida es ciclica y hay un tiempo para cada cosa
Un tiempo de nacer y un tiempo para morir.
Despertar cada dia es una experiencia bellisima. Es como abrir un cuaderno nuevo para escribir nuestra experiencia UNICA e irrepetible
La naturaleza en todas sus manifestaciones es un don de DIOS
Pero los seres HUMANOS su obra MAS BELLA
DEBEMOS HONRAR LA VIDA
ES un fenomeno tan simple y no se porque abundamos en palabras
EL SILENCIO nos serena y nos ayuda a aprender en la escuela de la vida.
SALUDOS INTERNAUTAS RAZONADORES
LOS AMO aun sin entenderlos
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