viernes, 3 de abril de 2009

La desilusión es frustrante

La frustración y la desilusión son algo diferentes.

Usando ejemplos muy triviales, yo me frustro cuando voy a buscar una herramienta y no la encuentro donde la había dejado. Yo me desilusioné porque previamente me había ilusionado con que mi madre sólo me quería a mí y resulta que también quería a mi padre.

La formas de reaccionar ante una frustración son muchas pero podemos resumirlas en dos:

1) Me siento mirando fijamente el lugar vacío donde siempre estuvo la herramienta y pienso quién pudo llevársela, cómo accedió hasta ahí, será alguien conocido o un extraño, por qué se llevó eso sólo y no otras cosas más valiosas, ¿alguien la habrá tomado prestada y olvidó devolverla? A todas estas pasan las horas en una interminable rumiación mental.

2) Salgo a buscarla, trato de adaptar otra herramienta al uso que necesito, consulto con quienes podrían haberla tomado, voy a comprar otra.

Las formas de reaccionar ante una desilusión son muchas pero podemos resumirlas en dos:

1) Me tiro en una cama, me pongo a llorar y maldigo a mi madre por traidora y a mi padre por abusador.

2) Trato de buscarme una novia.

En suma: Tanto una frustración como una desilusión pueden provocarnos respuestas pasivas o activas.

- Si nos derrumbamos (respuesta pasiva) es porque probablemente seguimos apegados a las soluciones infantiles cuando nuestros problemas los resolvía alguien diferente a nosotros.

- Si reaccionamos para enfrentar y solucionar el problema (respuesta activa), asumimos que éste nos pertenece y procuramos darle solución por nosotros mismos.

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23 comentarios:

Margarita Espino dijo...

Estos artículos combaten la ilusión y la fe con argumentos racionales siempre, pero la ilusión es tan un medicamento como un psicofármaco y no creo que se esté de acuerdo con erradicar la psiquiatría.

Morisio dijo...

El origen de toda fortuna es aprovechar la propia responsabilidad más la irresponsabilidad de los otros.

Olaf dijo...

El temita ese del Edipo cómo ronda en la cabecita de los psicólogos eh! Para mí que tienen alguna pequeña tara con el asunto.

Gregory dijo...

No es nada común que alguien de corbata use una motosierra, salvo que se trate de un oficinista que procura serrucharle el piso al jefe.

Jaime Líbano dijo...

Lo que me sucedió con mi novia fue tan espantoso que no puedo ni contarlo, pero cualquiera en mi lugar hubiera quedado derrumbado. Por lo menos cualquiera que la quisiera de verdad.

Pedro Olaso dijo...

Jamás podré olvidarme lo que le pasó a mi cuerpo entero cuando llegué al lugar a donde había dejado mi carro y había otro. El mío desapareció definitivamente.

Augusto Negri dijo...

La mejor forma de no desilusionarse es no ilusionarse con nada.

Carolina dijo...

La diferencia entre la frustración y la desilusión es es bastante sutil. No me doy mucha cuenta.

Gustavo Di Carlo dijo...

Aún entre los niños están los que enfrentan los problemas que están a su alcance y los que huyen. Ese tipo de cosas se aprenden muy temprano pero para ser optimistas digamos que siempre se está a tiempo de cambiar.

Daniel Córdoba dijo...

No todos los problemas tienen solución, aunque sí todos se pueden enfrentar. La otra es que los problemas se apoderen de uno.

Martina dijo...

Frente a la desilusión muchos reaccionan con bronca más que con tristeza, o transforman la tristeza en bronca, no sé.

humauaqueña dijo...

Yo tengo en el cerebro cuatro estómagos.

Alicia dijo...

A veces la desilusión se pone de moda y nadie quiere comprometerse con nada.

Andrea Restrepo dijo...

Tengo por norma no mirar nada fijamente porque soy muy hipnotizable.

Héctor dijo...

Mis herramientas no las toca nadie y mi madre me tuvo soltera y jamás se casó. A mí no me joden así nomás.

José Luis dijo...

Cuando me enteré que mi mujer salía con otro le pregunté: "Y cómo es él, en qué lugar se enamoró de ti, de dónde es, a qué dedica el tiempo libre?"

Palito dijo...

Estoy buscando novia pero no tengo suerte porque se me nota mucho.

Mecánico Tropical dijo...

Salí a buscar una pico de loro y de ambicioso terminé con un tucán.

Solange dijo...

Cuando descubrí la sórdida naturaleza de la relación entre mis padres, me tiré en la cama y me hice pis.

Luciana dijo...

Si nos derrumbamos es porque los cimientos de nuestro aparato psíquico son débiles y precarios.

Nibia Arismendi dijo...

Ayer fui a comprar un martillo y el ferretero se empeñó en vendérmelo con una oz.

Unknown dijo...

Gracias. Sabes nunca antes había encontrado una solución tan práctica a un estado de ánimo que sentía y que iba creciendo en mi interior. De no haber sido por lo que me dices aquí, creo que había pasado tiempo sumergiéndome en el dolor y, en definitiva, optando por la solución infantil. Gracias, me has hecho una salidad con toda claridad.

maría

Anónimo dijo...

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