martes, 21 de abril de 2009

El éxito del fracaso

Angustia padecemos todos los seres humanos porque somos tan débiles que siempre nos sentimos inseguros, porque el dolor nos acobarda, porque tememos las pérdidas, especialmente de la vida.

Como todas estas sensaciones aparecen en nuestra más tierna infancia, cuando nuestro cerebro está formándose, cuando lo ignoramos todo, cuando nuestra experiencia es casi cero, todas las soluciones que nos inventamos para disminuir los ataques de angustia son inevitablemente precarias, poco eficientes, costosas.

A medida que vamos creciendo, madurando, desarrollándonos, en lugar de abandonar las viejas soluciones para instalar otras nuevas, mejores, más eficaces, menos costosas, lo único que podemos hacer es remendar las viejas.

Lo que originalmente fue un pensamiento mágico (por ejemplo, que el oso de peluche nos protegía de todas las amenazas), y luego de varios «remiendos», puede transformarse en un complejo ritual para dormir (lavarnos las manos, que la cabecera de la cama apunte al norte, rezar alguna oración, etc.).

Cuando todos los remiendos fracasan y la vida se nos complica demasiado sin terminar con los ataques de angustia, puede ocurrírsenos ingresar en un tratamiento analítico que consiste en revisar las soluciones infantiles con todos sus parches, para acceder a soluciones nuevas, adultas, eficaces.

El fracaso de las viejas soluciones no deja de ser una suerte porque nos alienta a buscar soluciones más eficaces y sobre todo menos costosas ya que no tendremos que gastar enormes cantidades de energía inútilmente para que nuestra calidad de vida sea aceptable. Viviremos mejor cansándonos menos.

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24 comentarios:

Rufino dijo...

Las defensas precarias quedan funcionando por siempre, lo que puede ser que pase es que se utilicen menos cuanto mayor sea la fortaleza psíquica de cada uno.

Miryam dijo...

Si algún día pierdo la cadenita de oro que me regaló mi abuela para los 15, no sé qué será de mi.

Psic Alfredo Mendaro dijo...

Soy yo también psicólogo y valor la buena descripción de este proceso de los mecanismos de defensa.

Saludos

Enrique dijo...

No los quiero ofender pero para mí que lo que hacen los psicólogos es acomodar los remiendos, pero eso de que instalan un software nuevo como parecen decir, me parece que no es tan fácil.

CHECHU dijo...

DÉBIL SERÁ UD

Natalia dijo...

Hay un montón de pérdidas que me asustan más que la pérdida de la vida: la pérdida de la salud, la pérdida de un ser querido, la vejez, la pérdida de la lucidez, la locura ¿quiere que siga?

el colono dijo...

Yo sólo utilizo defensas precarias porque todo en mi vida es precario.

Damián dijo...

Mi infancia de tierna no tuvo nada. Gracias a eso ahora no me para nadie.

Mª Belén dijo...

¿Le parece que sea buscar soluciones menos costosas pasar por el psicólogo? A mí déjeme con la medallita de la Virgen.

Gimena dijo...

Tendría que hacer psicoterapia. Lo postergo y lo postergo porque me da miedo.

J.P.G. dijo...

Sería una buena inversión gastar en un análisis, aunque haya que pedir préstamos y endeudarse, me estoy convenciendo de que vale la pena.

Daniela Amengual dijo...

Es una pena que ya no pueda apelar al pensamiento mágico.

Lucía dijo...

Sé que mi novio no puede protegerme pero con él me siento protegida.

Luis Eduardo dijo...

Es un mito que todas las psicoterapias sean caras. El que esté interesado que se informe, se puede acceder a precios razonables.

Andrea dijo...

Hoy con eso de que "el fracaso es una suerte" me levantó el ánimo doc.

María Delgado dijo...

A la mitad del día ya estoy agotada. Yo pienso que debe ser falta de hierro y vitaminas.

Mariana Almeida dijo...

La angustia te hace infeliz. Otras enfermedades no. Hoy escuché por la radio que habían hecho una investigación no sé dónde, que arrojaba la conclusión de que las personas enfermas son igual de felices o infelices que las sanas. (el estudio se refería a enfermedades del cuerpo, por decir de alguna manera)

Adolfo Reggi dijo...

El bebé en sus primeros meses de vida llega a alucinar como mecanismo de defensa. Estoy de acuerdo con ud que mantener este tipo de solución nos saldría muy caro.

Gerardo dijo...

Como medida simbólica voy a tirar mi saco con coderas y me compro uno nuevo.

Guyunusa dijo...

A nivel político dejarse de parches tiene un nombre: REVOLUCIÓN

el poeta dijo...

Tengo un umbral muy bajo para el dolor. Cuando llueve me casa se inunda de lamentos.

Susana dijo...

Mi ángel de la guarda era muy distraído y tuve un montón de accidentes cuando era chica. Como no soy de las que tropiezan dos veces con la misma piedra, ahora contrate un guardaespalda que le hace honor a su oficio.

Mª Eugenia dijo...

¿Por qué cuando una es adulta no apela naturalmente a soluciones adultas?

Cacho dijo...

Me hizo acordar a mi auto. Como no puedo comprar uno nuevo, a este lo tengo a remiendos. En cualquier momento me deja en la vía!