En Uruguay hubo guerrilleros de inspiración
cubana que intentaron destruir las instituciones democráticas, pero las Fuerzas
Armadas los neutralizaron.
En un gesto de estupidez masiva se consideró
que los subversivos (comunistas y tupamaros) habían sido víctimas de la
represión y por eso fueron beneficiados con resarcimientos inmerecidos. La
injusticia fue tan grande que los militares salvadores de las instituciones fueron
acusados de violar los derechos humanos de los traidores a la patria.
Ayer, 30/06/2019, aquellos subversivos (Frente
Amplio) y sus represores militares (Cabildo abierto) confrontaron en una
elección en cuyo resultado podemos encontrar un tardío reconocimiento de
quienes son los enemigos internos de Uruguay (comunistas y tupamaros) y quienes
son los amigos internos de Uruguay (los militares).
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