jueves, 1 de agosto de 2019

VIUDEZ



A los 30 años, Nelson decidió casarse y fue homenajeado por sus compañeros de trabajo con una despedida de soltero.
En esas reuniones, para bien o para mal, suelen ocurrir cosas que no deberían ocurrir.
En este caso Nelson descubrió qué se siente con un fellatio y desde entonces vivió obsesionado con las bocas, propia y ajenas, de hombres y de mujeres.
Medio siglo después enviudó, pero su esposa nunca fue informada de la obsesión que para Nelson era tan placentera que debería ser diabólica.

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