sábado, 4 de febrero de 2012

La militancia hipócrita - (Artículo Nº 1.472)

La defensa escandalizada de los débiles se desautoriza éticamente por la falta de ponderación emocional de los irascibles defensores.

Aunque parezca insólito dentro del ambiente del fútbol existen personas que pueden pensar con relativa objetividad.

Según estos raros ejemplares, cuando el jugador del equipo británico Liverpool F.C., Luis Suárez (nacido en Uruguay y de raza blanca) le dijo al jugador del equipo británico Manchester United F.C., Patrice Évra (nacido en Dakar y de raza negra), «Negro», el afro-descendiente hizo una denuncia por «ofensa racial».

El incidente adquirió ribetes escandalosos cuando se supo que la sanción impuesta al «blanco» excedía largamente la esperada proporcionalidad entre la falta y la sanción.

Esta «esperada proporcionalidad» no se hace presente porque la exageración pretende darle credibilidad a sentimientos falsos.

Opino que el jugador «agresor» se equivocó pues dijo algo inconveniente, sobre todo para los intereses del equipo que lo contrata pues el «agredido» quizá utilizó la situación para sacar de juego transitoriamente a un oponente peligroso como competidor (Luis Suárez).

Pero esta exacerbación realmente existe y su principal «resorte» es el sentimiento opuesto. La sanción fue exagerada porque quienes la impusieron necesitaban ocultar ante sí mismos su propio racismo.

Algo similar ocurre con los no judíos que se incendian de enojo cada vez que ocurre algún hecho que pondría en duda el repudio irrestricto al holocausto o al derecho de que Israel tenga un territorio.

Algo similar también ocurre cuando una mujer es víctima de golpes, acoso o abuso sexual.

Las voces de indignación exacerbada pretenden disfrazar a los defensores incondicionales del respeto hacia las mujeres, quienes íntimamente quizá no sean tan considerados en realidad y hasta les prohíban abortar.

El racismo existe y es recíproco; la intolerancia religiosa existe y es recíproca; hombres y mujeres somos hipócritas con el sexo femenino.

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Animales según la ley


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14 comentarios:

Ingrid dijo...

Quien defiende al débil empatiza con él. Afortunadamente es bastante fácil identificarse con el más débil. ¿Quién no se ha sentido débil alguna vez? Hasta acá estamos todos de acuerdo, y mientras la defensa es serena y racional, seguimos estando de acuerdo.
Cuando la defensa se transforma en fanatismo, las emociones nos juegan una mala pasada, porque podemos caer presos de la ira. Y cuando estamos fuera de control salen a la luz todos los puntos débiles del justo. Podemos terminar teniendo actitudes tanto o más cuestionables que las del agresor.

Laura dijo...

Lo que dice Ingrid me recuerda a las actitudes que toman, a veces, quienes quieren defenderse de los delincuentes.

Marcos dijo...

Capaz que los sacerdotes que vinieron a evangelizar a los indígenas, se creían muy tolerantes porque permitían que representaran a la virgen con la piel cobriza.

Esteban dijo...

Ponerse en justiciero creyéndose impoluto, es mal punto de partida.

Rulo dijo...

Nada más patético que un africano diciéndonos sudacas.

Nazareth Inglese dijo...

Usar la propia condición
para defenderse sin razón
no tiene olvido ni pierdón.

Valeria dijo...

Estoy de acuerdo con Nazareth. Es imperdonable que los grupos que tanto han sufrido, por injusticias o discriminación, utilicen su causa cuando no viene al caso.

Filisbino dijo...

Las grandes injusticias nos pueden llevar a ver las cosas de manera radical, perdiendo los matices.

Majo dijo...

El machismo existe y su recíproco puede ser el feminismo, si está mal encarado.

Sandra39 dijo...

La militancia hipócrita puede ser una acción reactiva, pero peor es la falta de militancia.

Javier dijo...

No sé si peor es la falta de militancia, porque cuando los verdaderos sentimientos salgan a flote pueden ser completamente impredescibles, dado que son inconscientes. Detrás de la militancia hipócrita hay desconocimiento de uno mismo.

Inés dijo...

Cuando me descontrolo soy sumamente desagradable. Quizás por eso, mientras mantengo el control, busco ser especialmente dulce, para borrar esa otra imágen que tengo de mi misma. No es hipocresía, es auto-intolerancia.

Anónimo dijo...

si tcdos hombres como mujeres supieran el rol que tienen en este mundo y se dieran a respetar seria distinto este mundo y no habria racismo pero el mundo en general esta deshubicado a ecepcion de unos cuantos. colmillo jaguar

Anónimo dijo...

Las mujeres piensan que sus derechos han sido ninguneados hacindolos poca cosa. Sin darse cuenta de que ellas son las mismas que lo hacen. SE acuerdan de la historia de la malinche y los españoles contra los indigenas de este pais.¿ que paso? . se acuerdan de adan y eva. quien llevo a hacer el acto impuro. se acuerdan. Entonces cada acto de una mujer es y tiene una reaccion. preguntense ustedes mujeres que hacen para su bien y su mal. colmillo jaguar