lunes, 15 de agosto de 2011

Negociar bajo presión

Para resolver los conflictos causados por la natural oposición de intereses, son necesarios habilidad negociadora y un adecuado marco de libertad (opciones).

La convivencia siempre incluye algún grado de conflicto, desentendimiento, frustración.

Esto ocurre tanto en

— una sociedad donde todos comparten las calles, parques y oficinas públicas, como en

— un edificio de apartamentos donde los habitantes comparten los lugares comunes (palieres) y son responsables de la conservación de los aspectos estructurales del edificio (azotea, columnas, accesos), como en

— un vínculo matrimonial donde los cónyuges comparten una casa, son responsables de conservarla y de cumplir los roles que hubieran pactado en ocasión de decidir la convivencia, como en

— un barco que navega en alta mar, donde los pasajeros y tripulantes deben ponerse de acuerdo en cómo vivir lo mejor posible durante la travesía, como en

— una cárcel, donde los presos deben preservar su sobrevivencia durante todo el tiempo que estén sometidos a esa condena.

Los conflictos por oposición de intereses son naturales, la negociación es una práctica ineludible para resolverlos y las condiciones en las que están los negociadores determinan en gran medida los resultados, sin olvidarnos de las habilidades personales para desempeñar la parte artística (habilidosa, talentosa, inteligente) que cada uno pueda poseer.

Cuando digo que las condiciones en las que están los negociadores son determinantes, estoy pensando en cuánta libertad posean para contar con la mayor cantidad de opciones posibles.

En síntesis, cuanta menos libertad posean, menos serán las opciones y más tenso y precario será el resultado. Bajo presión la inteligencia negociadora empeora los métodos y los resultados; en condiciones distendidas, la inteligencia negociadora podrá llegar a resultados óptimos.

En suma: el encierro en un barco, un matrimonio o una cárcel imponen malas condiciones y los resultados tenderán a ser menos inteligentes y más injustos.

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«¡Cállate o te golpeo!»

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12 comentarios:

Marina dijo...

Es verdad que en situaciones de encierro las negociaciones pasan a ser más violentas. En realidad se convierten más en juegos de fuerza que en el resultado del diálogo, del ceder y otorgar.

Olegario dijo...

En conclusión sería preferible negociar en tierra firme, y en la libertad más absoluta posible. Bien sabido es que el movimiento del barco marea las ideas, y que el encierro nubla la razón.

Lautaro dijo...

Negociar en el matrimonio se termina convirtiendo en un triste "toma y daca". Cuando el aire esta viciado, nadie quiere perder el privilegio de un asiento frente a la ventana de la habitación principal.

Milton dijo...

Un ejemplo de resultado precario en una negociación, sería: "por ahora te banco, pero en la primera de cambio... en fin, veremos que pasa".

Irene dijo...

Mi marido negocia usando flores, alhajas, bombones.
Yo lo dejo; nunca están demás esas atenciones. Por otro lado estoy tranquila, jamás permitiré que nublen mi lucidez.

Lucho dijo...

Cuando hay un tema de vida o muerte, no queda mucho espacio para la negociación. En esos casos es importante que surja un líder, con capacidad de ordenar, clarificar y establecer prioridades.

Rosana dijo...

Hay que negociar en busca del bien común, pero siempre hay algún vivo que dirige la negociación en beneficio propio.

Blanca dijo...

Son muchos los que no sienten a la ciudad donde viven como su ciudad. Menos aún la perciben como un bien común que comparten con muchos otros. Por eso los destrozos y la mugre.

Andrea dijo...

Dónde se pone la volketa para tirar la basura? Los vecinos de la cuadra habitualmente no están de acuerdo, y como el artefacto tiene rueditas, anda rodando y rotando de un sitio a otro. Por suerte, hasta ahora nadie que yo sepa, defendió su punto de vista estando armado.

Clara dijo...

Cuando decidimos convivir mi compañero y yo, no pactamos nada. Al menos no de manera explícita. Eso no fue bueno. Al parecer había un montón de cosas que se supone habían quedado sobreentendidas, pero en realidad, para ninguno de los dos fue así.

Mariela dijo...

El grado de conflicto en la convivencia, aumenta junto con los grados de temperatura. A mayor calor, más conflicto; a más frío, mayor tirantés.

Hugo dijo...

En la cárcel la sobrevivencia depende de las alianzas.