Decía Napoleón Bonaparte (militar francés, 1769-1821) (imagen), que los ejércitos chicos aumentan la eficacia, concentrando toda su fuerza en los puntos donde se producen los enfrentamientos.
Como los grandes ejércitos se dividen en pequeños grupos, destinando la mayor cantidad de efectivos a proteger los territorios ya conquistados, los pequeños ejércitos pueden ser más fuertes que una fracción de los grandes.
La lógica militar es casi totalmente opuesta a la lógica de los civiles. Aquellos parecen el reverso de estos.
Quienes me conocen ya saben lo que pienso y se los ratifico: «La forma de sentir y pensar de los civiles, está diseñada para mejorar la eficacia de los militares».
Alguien ha clasificado los pensamientos de una forma muy simple:
— Existen pensamientos que funcionan de adentro hacia afuera; y
— Existen pensamientos que funcionan de afuera hacia adentro.
Me explico:
Cuando alguien actúa según lo que él considera que es lo mejor, está usando un pensamiento que funciona de adentro hacia afuera, es decir, actúa según lo que él piensa.
Cuando alguien actúan según lo que la realidad le indica que es lo mejor, está usando un pensamiento que funciona de afuera hacia adentro, es decir, actúa según lo que la realidad le indica.
Por supuesto, ninguno de los dos tipos de sentimientos-pensamientos existen en estado puro.
Sólo se trata del predominio de uno u otro.
Los civiles fuimos educados para creer que sabemos lo que está bien y lo que está mal.
Además, los civiles estamos convencidos de que actuando siempre bien (de acuerdo a la moral, la ley, la ideología), los resultados siempre serán favorables (más tarde o más temprano).
Los militares fueron educados para cumplir las órdenes que les llegan del exterior a través del superior jerárquico.
Civiles y militares, mostramos una ecuación costo-beneficio igualmente diferente.
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13 comentarios:
Napoleón era emo.
No sé si sería emo, pero qué bonito está en esa pintura; es una pinturita!
O sea que lo que ud está queriendo decir es que los militares reaccionan de acuerdo a el comportamiento de los civiles, que somos nosotros, es decir, los que estamos afuera de los militares. Además reciben órdenes que están afuera y su concepto del bien consiste en acatarlas.
Qué bueno! Lo entendí, no?
Además el Licenciado dice que estamos diseñados para ser fácilmente sojuzgados por los militares.
El amor funciona con sentimientos-pensamientos que van de adentro hacia fuera y de afuera hacia adentro, casi en un equilibrio 50/50.
Pero predomina lo que va de adentro hacia fuera.
El amor es tan simple. Qué tanta cosa de afuera y adentro.
Bueno, pensándolo bien, tiene su que ver.
Un pueblo belicoso tendrá militares belicosísimos.
Los militares se centran en el presente, y los civiles actuamos teniendo en cuenta el futuro (eso simplificando muchísimo las cosas, tanto que no sé si está bien).
Eduardo dice que los civiles tenemos en cuenta el futuro.
No, no, no. Ni siquiera los gobernantes.
Quizás los niños también deberían ser educados para acatar las órdenes que provienen del superior jerárquico. Pero hoy por hoy son educados para ser comprendidos. Y de tan comprendidos que son, cuando se independizan no comprenden nada.
Por lo que dice Margarita, los nóveles civiles, cada vez saben menos lo que está bien y lo que está mal.
Los civiles defienden su territorio conquistado (llámese casa, auto, dinero) poniendo buena parte de su efectivo en un seguro contra terceros.
Napoleón señala el cielo porque sus conquistas aspiran a remontarse al infinito.
A veces es más práctico obtener conquistas remontándose una cometa.
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