Cuando abandoné el análisis sentí que tenía que darle una explicación pero la realidad es que no supe qué decirle.
Como el tiempo todo lo arregla ahora sí puedo volver, con otra perspectiva de las cosas, con otra filosofía de vida aunque desesperado como podrá notar.
Usted debería admitir que no estuvo muy acertado al tratar de disuadirme en el intento de investigar por mi cuenta quién y por qué habían asesinado a mi madre sin dejar rastros, sin violencia física, sin haber robado nada de todo lo que tenían para llevarse.
Todavía siento en el estómago la furia que me provocó al decirme que «no me convenía investigar», que dejara el asunto en manos de la policía y la justicia, que, por supuesto, al mes se habían enfrascado en otros casos con mayor cobertura periodística.
El hecho es que me puse a buscar por mi cuenta hasta dar con el maldito culpable y eso me tomó estos seis años.
Mi vida cambió totalmente, he aprendido mucho del ser humano, me puse en contacto con personas que ningún novelista sabe aún que existen, pagué honorarios muy altos por consultas a investigadores que me vendieron hipótesis sobre qué pudo haber sucedido para que mi madre fuera asesinada tan limpiamente.
Tuve momentos en los que me acordé de su extraño e irritante consejo de no embarcarme en semejante emprendimiento, pero algo dentro mío me renovaba la fuerza. Cuando creía haber agotado todas las posibilidades, al despertarme por la mañana o en la ducha, se me ocurría alguna nueva idea que me faltaba investigar.
He gastado una fortuna y cada vez me quedan menos recursos económicos pero tengo que reiniciar mi análisis urgentemente y —aunque me da vergüenza decírselo— tengo que pedirle la mayor moderación posible en sus honoraros porque necesito sesiones diarias.
Días pasados falleció la hermana de mamá. A último momento me dijo que mi madre contrató un asesino profesional porque el remordimiento por nuestras relaciones íntimas la atormentaba cada vez más.
Hubiese preferido no saberlo.
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13 comentarios:
Guau! Qué incesto padre!
Los suicidas suelen ser enfermos, pero claro, cometer incesto puede ser enfermante porque la sociedad perdona casi todo menos lo que transgreda sus normas controladoras de la sexualidad. Ahí somos drásticos.
¡Ud tiene pasta de escritor! ¡Excelente relato!
Esta tragedia es producto de la evolución de la especie humana. Para bien o para mal, lo que los perros u otros bichos consideran natural, nosotros los humanos, lo condenamos.
Ah! bandido; por algo ud sospechaba que en el asesinato de su madre había gato encerrado.
El azul de ese cortinado es (estoy segura) el mismo azul que tiene la capa de mi príncipe.
Discrepo con el Lic. Molinari. No necesariamente los suicidas son enfermos. No envidiemos su lucidez y valentía.
A mí me pareció algo parecido, con la diferecia de que en lugar de recurrir a investigadores, me puse a estudiar psicología.
Mi psicólogo también me aconsejó que no me embarcara cuando le confecé que mi emprendimiento pasaba fundamentalmente por el objetivo de confraternizar con los marinos.
No meta el dedo en la herida todos los días ¡Se va a enfermar! Su vida girará en torno a lo que suceda en la terapia...y lo que sucederá en la terapia será very hard!
Capitalice todo lo que aprendió por el camino y deje las cosas como están. En eso estoy de acuerdo con Emiliano. Al fin y al cabo ud era plenamente conciente de que mantenía relaciones sexuales con su madre y eso no le impidió vivir hasta ahora. Bueno, me dirá que a ella no, pero no se culpe, fue cuestión del azar, a ella le complicó la vida más que a ud; nada más.
Me deja helada la facilidad con la que hablan del incesto, pasando por alto que toda nuestra organización social se funda en esa prohibición. ¡SON TODOS UNOS LOCOS NIHILISTAS!
¡¿Ud se califica a sí mismo como "el maldito culpable". No amigo, ud no fue el único protagonista. Si cargar con toda la culpa lo hace sentir más importante, vamo arriba! pero no creo que eso le convenga.
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