Cuando somos niños, los adultos usan su fuerza para interrumpir nuestra necesidad de divertirnos enviándonos a la escuela e imponiéndonos ciertas normas muy antipáticas como son no dejar los juguetes tirados, cepillarnos los dientes y hasta bañarnos de cuerpo entero.
¿Quién no ha pasado por estas penosas circunstancias?
Retomo la seriedad habitual para comentar con ustedes que cuando crecemos terminamos reconociendo que fue conveniente aquel aprendizaje para llegar a la edad adulta con una cierta formación, hábitos, destrezas, conocimientos.
En otras palabras: en una primera etapa protestamos contra la capacitación pero luego reconocemos (retroactivamente) que era necesaria. Por este reconocimiento es que hacemos lo mismo con nuestros hijos.
Me parece que durante la edad adulta deberíamos capacitarnos para cuando lleguemos a la vejez porque es una etapa diferente de nuestras vidas y que requiere de cierta formación, hábitos, destrezas, conocimientos.
¿Pero qué nos sucede? Como la vejez es la última etapa de la vida (porque después viene la muerte), no contamos con la ocasión de hacer ese reconocimiento retroactivo que hacemos en la edad adulta respecto a la educación de los niños.
Se agrega otro factor aún más importante para que los adultos no se capaciten para cuando lleguen a viejos: una mayoría de personas piensa que estudiar (formarse, educarse, capacitarse) es propio de gente insegura, con baja autoestima, con una personalidad aniñada.
La naturaleza es sabia porque pone la etapa más difícil al final de la vida, para que todos tengamos la oportunidad y el tiempo suficiente para aprender a disfrutarla. Por razones culturales muchas personas pierden esa oportunidad.
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10 comentarios:
Suerte que de los postgrados se puede zafar!
Si la naturaleza es así cuando es sabia, no quiero imaginarme cuando sea burra!
Me interesa conocer cuáles son los hábitos, destrezas y conocimientos que ud considera necesarios para nuestra vejez.
La mayoría de las personas no piensa que estudiar sea propio de una personalidad añinada. La mayoría de las personas no piensa.
Creo que lo principal es intentar llegar a viejo con salud.
Con nuestros hijos hacemos lo mismo que hicieron con nosotros porque no sabemos hacer otra cosa.
En el reconocimiento retroactivo de la vejez siempre influye mucho la opinión de San Pedro.
Voy a tirar algunos elementos que se me ocurre pueden ayudarnos a tener una vejez disfrutable: generar los recursos suficientes como para ser independiente desde el punto de vista económico, comer de manera saludable, incorporar el ejercicio a la rutina diaria, tener algún ámbito de socialización, realizar alguna actividad que implique el uso del intelecto, familiarizarse con las nuevas tecnologías.
Para llegar a la vejez con dignidad, hay que divertirse mucho y ser alegre.
La vejez no existe; hay gente amargada nomás!
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