Las mujeres me llaman poderosamente la atención y les dedico gran parte de mis reflexiones psicoanalíticas.
En términos generales considero que el mayor obstáculo para entender qué nos pasa a los seres humanos es el «sentido común».
Los avances tecnológicos y filosóficos se han logrado cuando alguien pudo ver más allá de lo que «es lógico pensar».
Para poder pensar en términos psicoanalíticos hace falta correr el riesgo de perder la cordura y ser castigado por la opinión pública que sólo adhiere al famoso «sentido común» como si fuera una ley de hierro cuya transgresión justifica el castigo con los peores tormentos.
Corriendo todos esos riesgos es que ahora les comento algo que pienso de las mujeres.
La naturaleza funciona sola generando fenómenos de toda índole por una especie de inercia programada. Existen causas y efectos encadenados desde siempre y que raramente fallan. Una de esas cadenas causales es la conservación del fenómeno «vida» instalado en tan diversas especies.
La mujer posee el más alto porcentaje de protagonismo en la conservación de nuestra especie y eso la condiciona para desear ser madre durante toda su vida, aunque la cultura y las circunstancias la obligue a moderar la satisfacción de su instinto.
Por eso pienso que permanentemente desean inspirar en los hombres la pasión descontrolada de fecundarlas.
Cuando por alguna razón (cultural, coyuntural, orgánica) no logran desatar esa pasión fecundadora en los hombres (de uno, de varios o de todos), se sienten profundamente frustradas, eso las desvitaliza, las pone tristes, irritables, con inestabilidad emocional, desdichadas. Tal como solemos encontrarlas salvo que se maquillen el rostro tanto como el ánimo.
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15 comentarios:
Debe ser por eso que los psicólogos padecen tan mala fama. Lucen más locos que sus pacientes.
Yo creía que estaba irritada, frustrada, desdichada porque no llegaba a fin de mes.
Y qué les sucede a los hombres cuando están irritados, desvitalizados, desganados?
Podré estar hecha puré pero lo aseguro que nunca permito que se note en mi cara.
Eso que ud llama "pasión descontrolada por fecundar" no es otra cosa que "me la cojo y no me importa nada"
La mujer canaliza su instinto convirtiéndose en la madre de su marido. No es necesario vivir cargando una panza.
Vaya pensando cuáles son los peores tormentos que prefiere.
No se preocupe Doc, tarde o temprano va a generar un gran cambio filosófico (sin duda que en muchas personas ya lo ha generado, sólo falta que cobre notoriedad)
Las mujeres deseamos paz y aventura, estabilidad y riesgo, amor y romance, hijos y trabajo, cocina y biblioteca, música y silencio, hombres y mujeres.
La conservación del fenómeno vida depende de que esta arañita muera...
Los avances teológicos también se han dado cuando se piensa más allá de lo que es lógico pensar.
Yo pagaría para que me violaran en serio.
No me imagino en que nivel de profundidad espiritual una mujer puede tener ganas permanentes de ser asediada por un hombre que la deje embarazada a cada rato.
Capaz que yo soy muy corta de vista y no alcanzo a ver tan lejos.
Yo soy más joven y menos conocedora que usted, pero igual me permito pensar que la suya es una visión claramente masculina de lo que somos.
Me honra que usted piense en nosotras, pero le parece que usted puede entender algo que ni nosotras mismas logramos entender?
De todos modos lo felicito por el intento.
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