miércoles, 22 de julio de 2009

Buena memoria para olvidar

Hace unos años concurrí a una presentación demostrativa de I.L.V.E.M. (Instituto de Lectura Veloz, Estudio y Memoria). (1)

Como se imaginará el objetivo de esta demostración era captar nuevos clientes para hacer el curso completo cosa que en mi caso les dio resultado.

Lo que terminó de convencerme de que ese curso era lo que más necesitaba en mi vida fue lo referente a la memoria.

Con una actitud parecida a la de los ilusionistas que saben dar un aura de misterio a sus trucos, el presentador nos pidió a los asistentes que fuéramos diciéndole vocablos que él fue anotando en una pizarra.

Cuando llegó a las 100 palabras, se quedó de espaldas a lo escrito y luego nos pidió que le preguntáramos lo que quisiéramos sobre lo que él acababa de escribir con nuestro dictado.

Para nuestro asombro las recitó de memoria desde la primera a la última, también en sentido inverso, dijo cuál era el vocablo número 64, el número 23. No se equivocó nunca y JAMÁS TUVO UNA DUDA!!!

En el curso pude conocer la fórmula mágica: Él fue construyendo un relato con las palabras: «El mono está abrazado a la lámpara que está apoyada sobre un libro, etc.»

En el artículo publicado ayer con el título «Todo me cuesta más» le comento algo referido a la novela del neurótico y ahora le agrego una técnica que aparentemente usa nuestra memoria: Asociamos o no asociamos lo que queremos recordar u olvidar.

La mayoría de los inventos suelen inspirarse en la naturaleza y es probable que esta técnica que enseña I.L.V.E.M. haya sido copiada de algo que hacemos todos pero sin darnos cuenta.

(1) Puede ver varias presentaciones en Youtube.

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10 comentarios:

Pamela dijo...

Siempre soñé con tener una casa de muñecas de verdad, pero creo que ya perdí el tren.

Mauricio dijo...

Muy bueno su artículo!!
Esteee ... qué les estaba diciendo?

Andrea Almagro dijo...

Me fascina el mensaje oculto que surge de la combinación del tema escrito en su blog y de la fotografía que ilustra.

Funez dijo...

Tengo un imán para asociar las ideas y los pensamientos más negativos.

Hugo dijo...

Algo no funciona con ILVEM. Para el tiempo que hace que está acá, ya tendríamos que tener miles de talentos memoriosos y yo no los veo.

Luciana dijo...

Quizás si ejercito mi memoria acaben para mí las dudas.

Fulgencio dijo...

Para mí que el tipo trabaja con un espejo retrovisor escondido en alguna parte.

Oscar dijo...

Sería interesante enviar a algún concurso literario los relatos que surgen de esas 100 palabras convinadas al azar. De pronto gana.

Eustaquio dijo...

Tengo mi propio método de lectura veloz: me entero del principio, incursiono en el desarrollo y descubro el final.
(claro que a veces tiro las migas con el mantel)

Yoanna dijo...

Cada dos por tres me convenzo de que algo es lo que más necesito en mi vida, y después resulta de que no.