jueves, 16 de diciembre de 2010

Las noticias de nuestra infancia – 2

Como digo en el artículo anterior de esta serie (1):

«Las noticias que nos llegan diariamente a través de los diferentes medios de comunicación (incluido el boca-a-boca), son interesantes solamente cuando evocan aquellos temores infantiles que —por lo penosos—, cayeron en el olvido.»

He mencionado el temor a ser devorados y a ser abandonados.

Hoy le toca el turno al temor a ser envenenados.

Los pequeños se asustan con las personas que no conocen y dan la voz de alarma con un llanto audible a gran distancia. De modo similar, se rehúsan a comer nuevos alimentos, más aún si les son ofrecidos por gente extraña.

Este cuidado con lo que comen está activado y dinamizado por el instinto de conservación.

Como digo en el primer artículo de esta serie, ese mortificante temor a ser envenenados, luego cae en el olvido y queda en el inconsciente. Aparece la emoción asociada cuando escuchamos alguna noticia que oficia de metáfora del recuerdo olvidado.

Me explico mejor con algunos ejemplos:

Las noticias referidas a nuestra salud, evocan fácilmente el primitivo temor al envenenamiento.

Si oímos que han aparecido algunos casos de cierta enfermedad contagiosa, nuestro miedo se excita desproporcionadamente (con alarma) porque la psiquis retoma aquel estado de vulnerabilidad extrema, que intentábamos compensar con una desconfianza que nos hacía ver fantasmas por todos lados.

Algo similar ocurre con las noticias sobre errores de los laboratorios farmacéuticos o con los informes científicos según los cuales se sabe que los vegetales transgénicos son dañinos para la salud.

Pero las metáforas pueden ser muy variadas.

Por ejemplo, no sólo se corresponden con la ingestión de alimentos tóxicos. También nos reaviva fantasías infantiles de envenenamiento saber de virus que pueden invadir nuestra computadora o de alguien que se tragó (creyó) la historia de un estafador.

(1) Las noticias de nuestra infancia – 1


●●●

11 comentarios:

Orosmán dijo...

Después de comer lo mismo unas cuantas veces perdemos el temor a ser envenenados y comemos lo que venga, hasta que empieza el temor a engordar o a que salga mal el exámen de sangre.

Amanda dijo...

El temor al envenenamiento va de la mano al temor a ser engañados. El pecho materno se busca instintivamente, pero la cucharita que viene con la sopa no incluye el acto reflejo de abrir la boca.

María dijo...

Dicen que alrededor de los 8 meses el niño empieza a asustarse de las caras desconocidas, pero es una etapa que en general se supera antes del año.

Abigaíl dijo...

Cuando los españoles llegaron a tierras latinoamericanas, por las dudas no probaron el tomate, ya que con buen criterio creían que una fruta tan llamativa por su color, tamaño y forma, podría ser venenosa.

Lucas dijo...

La salud está de moda. Ser saludable está asociado a la riqueza y a las buenas costumbres.

Tania dijo...

Los vegetales higiénicos son los de la huerta orgánica.

Omar dijo...

Sin embargo los espiritistas te traen a los fantasmas de cualquier lado y son bastante confiados.

Rulo dijo...

Entre ser deborado, abandonado o envenenado, no sé con qué me quedo.

Luciana dijo...

Preferiría tener menos instinto de conservación; así tendría menos temores.

Leticia dijo...

Usted está reaviviando mis temores infantiles y no sé si esta noche podré dormir.

Roque dijo...

El perro en esto es más caprichoso que el niño.