miércoles, 8 de diciembre de 2010

El sadismo filantrópico

Un cuento humorístico narra la historia de un matrimonio de ancianos, en el que ella desempeña el rol de severa vigilante de la salud de él: le impone ejercicios, dietas, privaciones.

Desafortunadamente fallecen en un accidente y cuando van al cielo, se enteran de todas las ventajas que ahí disfrutarán eternamente: casa gratis, campo de golf, piscinas, todas las comidas que deseen.

El hombre le hace notar a San Pedro que él no puede comer cualquier alimento por el colesterol, la diabetes, el ácido úrico, pero el santo le dice que nada de eso existe en el paraíso.

El anciano se lamenta y le recrimina a la esposa porque, no solo le privó disfrutar de la gastronomía terrenal sino que además, postergó su muerte para disfrutar del paraíso.

Las creencias que se apartan de las evidencias que nos muestra la naturaleza, inevitablemente adolecen de algún defecto lógico.

En el caso de la historieta, la existencia de una vida después de la muerte es inconsistente. Se trata de una fantasía para aplacar la preocupación que refiere a nuestro fallecimiento, pero entra en contradicción con otros datos.

Efectivamente, si fuera coherente, entonces nuestro instinto de conservación seguramente no reaccionaría con tanta crispación ante cada discurso terrorífico de quienes no agotan su imaginación sobre cómo atemorizarnos con infinitas amenazas, que para contrarrestarlas, quedamos obligados a sufrir, privarnos, abstenernos, aburrirnos, renunciar a una parte importante de nuestra calidad de vida.

Claro que todo esto no es tan grave si observamos la complacencia por las privaciones que algunas personas detentan.

— Algunos cónyuges se siente deliciosamente mimados si los vigilan, les imponen restricciones e indirectamente los alientan a realizar travesuras, transgresiones y demás actos clandestinos;

— También parece gozoso difundir e-mails, sembrando el terror entre los amigos, tomando el rol de verdugo o torturador, supuestamente filantrópicos.

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9 comentarios:

Evaristo dijo...

Bueno, pero esos cónyuges que dice ud, que vigilan y habilitan, no parecen tan opresivos. Más bien lo que ud describe parece un juego de seducción.

René dijo...

A ud le mandaron el mail sobre el paté de hígado?
Escalofriante.

Maristela dijo...

Los humanos no tenemos arreglo. Como ud mismo dice, precisamos sufrir para sobrevivir.

Roque dijo...

Se acuerda cuando decían que masturbarte te volvía loco y que tener mucho sexo te debilitaba?

Oscar dijo...

Igual creo que no hay que irse a los extremos. Algunas de las cosas que dicen respecto de la salud son serias e importantes.
Otro día las enumero.

Híber dijo...

Yo siempre he pensado que la filantropía es una de las armas que usa el contraespionaje.

Nicolás dijo...

Los Físicos dicen que existen otras dimensiones que aún desconocemos, y entonces no se sabe...

Damián dijo...

Una vez soñe que el Paraíso contaba con enormes plantaciones de tomate. Se los veía exuberantes, en su punto justo, rojos, carnosos.
Yo caminaba por las plantaciones y sudaba. Me sentía terriblemente tentado de comer un tomate pero llevaba en mi mano los resultados de los exámenes de orina y de sangre. Tenía el ácido úrico por las nubes. Literalmente. Yo miraba el cielo y entre las nubes pomposas y blancas aparecía en letras escritas con sangre: ÚRICO.

Orosmán dijo...

Después de la muerte la vida continúa; sólo que no la nuestra.