Los humanos no escarmentamos cuando somos vencidos porque no contamos con una buena capacidad de aprendizaje.
A veces tengo la impresión de que los antiguos
(del siglo 19 hacia atrás), desconocían mucho del ser humano porque aun no
conocían las síntesis que hicieron los filósofos del siglo 20 (Freud, entre
otros). Sin embargo, en el siglo 21 creo que seguimos sin saber mucho de
nosotros mismos porque hemos tenido que convertirnos en hipócritas dado que las
síntesis que han hecho los filósofos del siglo 20 son de «difícil digestión», lucen muy
desagradables, antipáticas, tóxicas.
En gran
parte de la población mundial se discuten los criterios educativos porque no
estamos a la altura de nuestras propias expectativas: la formación de las
nuevas generaciones nos parecen pobres, inadecuadas, ineficientes.
La
sensación de ineficiencia siempre es relativa, porque la sensación surge de
comparar lo que tenemos en nuestro criterio (ideal, expectativa, proyecto,
esperanza, sueño, ambición, anhelo) con lo que realmente logramos.
Cada vez
que comparamos elementos ideales con elementos reales, nos encontraremos con un
resultado frustrante porque los ideales, si bien cuentan con buena prensa,
siempre son descabellados, irracionales, exagerados.
Todos
conocemos una frase que dice que «somos hijos del rigor» y otra, peor aún, que
lo reafirma diciendo que «la ley con sangre entra».
En
otro artículo (1) comento que todos los animales, excepto los humanos, cuando
se dan por vencidos en una lucha con uno de sus semejantes, este le perdona la
vida, no lo mata, no se ensaña con él.
Esto
es así porque todos los animales, excepto los humanos, escarmientan, es decir,
in-corporan la experiencia, la hacen
carne, en otras palabras: APRENDEN.
Los
humanos nos ensañamos porque nuestro enemigo vencido suele no escarmentar,
suele buscar revancha (vengarse), porque los humanos no escarmentamos, por eso
no aprendemos.
(Este es el Artículo Nº 1.722)
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14 comentarios:
Los humanos buscamos justicia, eso es innegable. Parecería ser una característica exclusivamente humana.
Nunca escuché a nadie decir que la búsqueda de justicia fuese venganza organizada, pero bien que podríamos pensarlo de esa manera.
¿La venganza es un método de represión neurótico? ¿Es también un recurso usado por los psicóticos? La verdad que no sé.
La venganza organizada, la justicia humana, parece mucho más conveniente que la venganza a secas.
Los religiosos hablan de la Justicia Divina. Se refieren a ella como a una justicia perfecta, imposible para los humanos. Ni siquiera se plantea como utopía. Directamente queda por fuera de las posibilidades humanas. En esto creo que tienen razón los creyentes.
Por lo tanto, no podemos hacer buena justicia. Podemos organizar y ¨humanizar¨ la venganza. Humanizarla no es hacerla más venébola. Quizás sea hacerla más cruel. Pero es hacerla a nuestra medida.
No es justo que el león más fuerte coma primero y que luego los más débiles, los que más precisan comer, coman las sobras. Así lo entendemos los humanos. Los leones no.
Humanos y leones formamos parte de la naturaleza. ¿Quién estará actuando mejor?
No sabría decirle si los animales escarmientan. Cada vez que mi perro se sube a la cama le pego, y eson no sirve para que deje de hacerlo.
Los perros aprenden, pero hay que enseñarles con un método científico.
Capáz que les cuesta un poquito porque a ellos sólo les falta hablar.
Aunque pensándolo bien, amaestrar a los leones tampoco es fácil.
Una cosa es aprender y otra entrenar.
Los humanos no aprendemos solo por reflejo condicionado. Tenemos otras formas de aprender. Los monos también. Ellos aprenden por ensayo y error. Y aprenden a usar herramientas, como palos para alcanzar cosas. En realidad no sé que especies aprenden por ensayo y error y cuáles solo por reflejo condicionado. No sé ... estoy pensando en voz alta. Además no sé muy bien cuál es la diferencia entre un acto instintivo y un reflejo condicionado.
Buscar revancha es darse una segunda oportunidad de demostrar y demostrarnos, nuestro poder.
Necesitamos demostrarnos nuestro poder porque nos sabemos débiles.
Supongo que el ideal de cualquier macho de una manada, será convertirse en el macho alfa. Cuando no lo logra, no sé cuán frustrado se sentirá, pero la cosa es que lo acepta. A nosotros nos cuesta más.
Estamos desconformes con la educación de las nuevas generaciones. La educación es siempre perfectible. De pronto cuando queremos perfeccionarla la estropeamos más. Creemos que con más exigencia se logran mejores resultados. Eso tendría que discutirse mucho. No sólo entre los entendidos en la materia. Estaría bueno que lo discutiéramos todos aquellos que nos sentimos implicados.
La hipocresía que nace de la no aceptación de nuestros límites, nos confunde porque damos por logrado lo que no hemos logrado aún.
Pensamos que nos parecemos más a nuestro ideal que a nuestra realidad. Eso nos frustra.
En mi trabajo, que es en el área de la salud, siempre decimos: pongámosnos metas razonables porque de lo contrario sentiremos que no servimos para nada.
La frustración puede enfurecernos y llevarnos a la violencia. La violencia puede dirigirse hacia los otros o hacia uno mismo. La depresión parece estar muy difundida hoy en día.
Si queremos ser menos violentos, podría resultar que nos quisiéramos y aceptáramos más. Querernos más, así como somos. Quererse a uno mismo puede ser un buen paso para querer a los demás.
¿Aceptarse es tolerar todo?
No es una cuestión dilemática, Eugenia.
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