miércoles, 24 de octubre de 2012

La humanidad personalizada



 
El día que logremos «la humanidad personalizada», la medicina, la educación de los estudiantes y la reeducación de los delincuentes, asumirán que todos somos esencialmente diferentes.

En otra oportunidad he comentado con ustedes algo sobre cómo los sistemas reeducativos de las cárceles no tienen en cuenta que las personas somos parecidas pero muy distintas (1).

En el video asociado a este artículo hago especial hincapié en el atraso que tienen la psicología y el psicoanálisis.

Es normal que la cabeza de un humano sea incapaz de imaginar otras realidades diferentes a la actual. Quizá los novelistas expertos en Ciencia Ficción sean los únicos capaces de concebir otros escenarios, en los que casi nada se parece a lo conocido sin que por eso las cosas pierdan su lógica humana.

Es así que podemos pensar que existirá otro conjunto que iguale o supere a The Beatles, aunque parezca imposible; si podemos enviar imágenes a largas distancias (tele-visión), algún día podremos enviar objetos, para gran consternación de las mensajerías; por supuesto que la cura del cáncer, sin la utilización de radicales amputaciones,  parece casi inminente... aunque no por eso logremos la inmortalidad, que seguramente es fruto de un atraso tecnológico que nos llevará más tiempo resolver.

Si esta línea de pensamiento fuera correcta, podemos imaginar que también le llegará su turno al psicoanálisis, que se encuentra empantanado desde hace décadas, sin que podamos salir de una retórica hueca.

La tecnología ya está casi pronta para que terminemos de darnos cuenta que los seres humanos somos muy distintos y que la igualación arbitraria, burda y tosca, es imprescindible porque aun no tenemos con qué detectar la singularidad que nos diferencia.

Cuando logremos «la humanidad personalizada», la medicina, la educación de los estudiantes y la reeducación de los delincuentes, asumirán que todos somos esencialmente diferentes.



(Este es el Artículo Nº 1.727)

12 comentarios:

Clara dijo...

No me diga que todos somos tan diferentes, que me entra miedito.

Morgana dijo...

Esto de que seamos tan diferentes me da esperanzas: entonces podemos encontrar nuestra media naranja. (cada uno necesita un castigo personalizado)

Flavia dijo...

La muerte creo que no se resuelve, Lic. Hasta las estrellas se mueren.

Alejandro dijo...

No se mueren las estrellas, capturan densidad y energía.

Lucas dijo...

Mientras la psicología siga en pañales, seguiremos haciendo agua.

Rosana dijo...

Quien ha tenido más de un hijo, sabe bien que a un mismo castigo, cada hijo lo vive de manera diferente

Alberto dijo...

La educación o la reeducación, la medicina, la rehabilitación; nada de eso puede basarse en el castigo.

Lilián dijo...

Estoy de acuerdo con Alberto. El castigo no sirve más que para amaestrar.

Jacinto dijo...

Como nos damos cuenta de que somos distintos pero no lo aceptamos, es que tenemos vínculos difíciles.

Gabriela dijo...

Cuando queremos a alguien es casi irresistible la necesidad que tenemos de cambiarlo para que se parezca a nosotros.

Hugo dijo...

Puede que Gabriela tenga razón, aunque es notorio que queremos a las personas que en algo se nos parecen.

Mariana dijo...

Buena noticia, Hugo. Entonces es factible que todos podamos querernos!