viernes, 30 de septiembre de 2011

El sufrimiento por «saciedad extrema»

Aunque cuesta creerlo, el «fenómeno vida» tanto puede ser estimulado mediante el sacrificio como mediante una «saciedad extrema».

El mensaje que recibimos de la moda, la moral, la cultura, es algo así como «si no disfrutas de la vida, algo estás haciendo mal».

Nuestra principal fuente de estímulos educadores, formadores de valores, principios, criterios, es la publicidad.

Esta no sólo aparece en forma explícita en los anuncios comerciales, sino también en los libros que más se venden, en los programas de televisión con mayor rating, en las campañas proselitistas de los políticos, en el boca-a-boca, a través del cine.

Lo inteligente, acertado, aprobado por la cultura, es no sufrir, pasear, comprarse artefactos o servicios que hagan las tareas más pesadas, incómodas, desagradables.

Nada sustancial ha cambiado respecto a épocas anteriores en las que la política consistía en ser disciplinados, esforzados, trabajadores, resistentes, ahorrativos, severos.

Repito esta idea porque es el núcleo del artículo: antes recibíamos consejos para ser resistentes a los sacrificios que nos imponía la vida y ahora recibimos el consejo opuesto: es de tontos padecer.

¿Por qué mensajes y criterios opuestos funcionan de la misma manera?

En un blog que contiene artículos donde fundamento por qué el «fenómeno vida» depende de los estímulos naturales de dolor y placer (1), comento con ustedes por qué estamos presionados por el hambre, el cansancio y la angustia, que nos obligan a buscar los alivios correspondientes.

Sin embargo, en otros artículos (2) les comento cómo la saciedad, el hastío, el aburrimiento, la falta de necesidades y deseos, constituye también un conjunto de estímulos tan penosos como los clásicamente dolorosos (hambre, angustia, etc.).

En suma: El «fenómeno vida» fue estimulado antiguamente con dolor (privaciones, sacrificios, etc.) o es estimulado actualmente «sufriendo» la falta de necesidades y deseos (hastío, aburrimiento, desgano, apatía, depresión, pánico).

(1) Blog Vivir duele

(2) La tolerancia a la saciedad
El aburrimiento cerebral

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11 comentarios:

Sandra39 dijo...

El sufrimiento por saciedad extrema, es síntoma de degradación social.

Iris dijo...

Lo que Mieres dice es que está bueno acumular y tener más de lo que se necesita, porque eso nos estimula a seguir viviendo. Porque hay que hacerse resistentes a la saciedad. Es decir: bancarse el vivir aburridos y con todo resuelto.
Ud disculpe, pero se me hace difícil digerir como bueno que algunos encuentren el estímulo para lucharla, en el sufrimiento y otros en el exceso de placer.
Como que son dos maneras bastante distintas de fortacerse, no?
Ud, cuál de las dos eligiría.

Alicia dijo...

El hastío no tiene por que estár provocado por las facilidades en lo material. En general tiene que ver con falta de estímulos afectivos hacia las personas y las cosas. Falta de interés, de entusiasmo, incapacidad para disfrutar.

Lautaro dijo...

Las personas no vivimos solas ni aisladas. Si no disfrutamos de la vida, algo hacemos mal nosotros, algo hacen mal los otros y algo está mal.
Por otro lado, si disfrutamos de la vida todo el tiempo... también, algo está mal, pero en ese caso seguramente sea algo que está en mí.

Oriente dijo...

Entonces dejemos la educación en manos de los publicistas.

Morgana dijo...

Entre el amarrete y el consumista hay otros lugares: TÚ PUEDES OCUPARLOS!

Eso es publicidad.

Danilo dijo...

Comprar un servicio para que otro haga las tareas más desagradables y/o más pesadas, implica pagarle a una PERSONA (pagarle poco, se entiende), para que haga eso que a nosotros nos da fiaca o asquito. Así nos queda tiempo libre para ir al tenis.

la gordis dijo...

A mí me vienen juntos el hambre y la angustia, con el aburrimiento.

Rolando dijo...

Más allá de los consejos, hoy hay mucha gente sacrificada y también antes estaban los súper-light.

Alex dijo...

Lo que dice Rolando es una tontería. Claro que siempre hubo de todo!

Anónimo dijo...

Yo sufro por suciedad extrema, y en este país nadie lo toma en cuenta. (no hablo de mugre, lo mío es interior). La gente se cree que la voy de vivo.