miércoles, 21 de septiembre de 2011

Hombres y mujeres imaginados

Nuestro inconsciente no tiene sexo y nos impulsa a fornicar. La reproducción se produce cuando casualmente los actores tienen órganos complementarios. De no ser así (homosexualidad), el impulso inconsciente reproductivo fracasa.

Puede llamar la atención que tanto gays como heterosexuales estén animados por el mismo deseo reproductivo (1).

El hecho es que el misterioso impuso sexual es inconsciente y lo que recibimos en la conciencia son sus manifestaciones físicas (tangibles y no tangibles), caracterizadas por excitación, impulso, ideas, sentimientos, cambios corporales, acciones específicas.

Con este fenómeno ocurre lo mismo que siempre nos ha ocurrido a los humanos: cuando no sabemos las causas de un efecto, las inventamos y al inventarlas aplicamos imaginación, mitos, fantasías, todos ellos guiados fuertemente por nuestras preferencias.

Cualquier hipótesis que hagamos para explicar algo, necesariamente deberá complacernos y para complacernos también se aplica otra lógica humana: los humanos gozamos tanto con el placer como con el dolor.

El acierto de nuestras hipótesis seguramente es casual, azaroso, fortuito, aunque no podremos evitar entronizar a quien acierte, convirtiéndolo en ídolo, iluminado, genio.

Hacemos algo parecido con los pocos que informan haberse enriquecido con la lotería.

Por ejemplo, cuando los europeos no sabían qué había detrás del horizonte, imaginaban que la tierra era plana y eso los complacía. Sin embargo, unos pocos se complacían de otra forma, esto es, pensando que la tierra era redonda. Finalmente esta última fue la hipótesis «ganadora».

Nuestro inconsciente nos impulsa ciegamente a reproducirnos y en ese impulso inespecífico, los humanos podemos sentir que hembra es esa persona que amamos y macho esa otra que nos atrae. Las realidades materiales (si uno tiene útero y el otro pene), son secundarias.

El impulso reproductivo inconsciente llega o no a concretarse en una fecundación, dependiendo de que los actores fornicantes tengan o no los genitales complementarios.

(1) El deseo sexual y reproductivo

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11 comentarios:

Lola dijo...

Me gusta el dibujo de la izquierda.
Adoro la fotito de la derecha.

Mauricio dijo...

Reconozco que se lo merece, Don Mieres. Sostener 10 blogs actualizados en la web, justifica la recompensa de provocar comentarios como el de Lola.
Felicitaciones Doc!

Alicia dijo...

En el tercer párrafo ud. habla del "impuso sexual", y yo aprovecho el lapsus para destacar la fuerza de lo sexual. Lo sexual se nos impone.

Magdalena dijo...

Cuando dejarán de exigirnos explicaciones racionales para todo!!!

Lucas dijo...

Para ser actor fornicante se estudia o ya se nace?

Filisbino dijo...

Lo que de verdad nos costó, fue complacernos pensando que la Tierra NO estaba en el centro.

Natalia dijo...

Me imagino un gran concurso de preguntas y respuestas, y al locutor haciendo suspenso para finalmente decir: la hipótesis ganadora es...

Adriana dijo...

Estoy de acuerdo con su planteo. El impulso reproductivo es universal; que termine o no en fecundación es fortuito. Esto equivale a decir (como ud dijo) que lo inconsciente y determinante es el impulso reproductivo y la elección del partenere depende de distintos factores azarosos. De esta manera se explicaría tanto la homosexualidad, como el sexo recreativo, y hasta la castidad (donde el impulso reproductivo estaría sublimado).

Evangelina dijo...

Qué fácil es plantear una hipótesis y explicar todo!

Silvio dijo...

Es lo mismo que plantear una fe o una creencia y explicar todo, Evangelina.
Al menos extraemos un factor común: la necesidad de explicar todo (o casi todo, que no es lo mismo pero es igual).

Fermín dijo...

Viene muy a cuento el dibujo que ilustra el artículo. Freud ve a través de los genitales femeninos. (corresponden a las cejas, pero sutilesas aparte...)