sábado, 10 de septiembre de 2011

Los mejores gobernantes son los peores

No importa que parezca perverso, importa que sea verdadero y lógico: Si los gobernantes fueran un ejemplo a copiar, entonces procuraremos que imitarlos sea lo más fácil posible.

Permítame partir de una suposición con la que muy probablemente usted esté de acuerdo:

El Estado de nuestro país y sus gobernantes de turno son quienes tienen mayor responsabilidad.

Con esto quiero decir que deben actuar como «buenos padres de familia» para con los ciudadanos, esto es:

— propiciar una buena distribución de la riqueza que producen los habitantes,
— conservar las obras públicas (puentes, carreteras, edificios),
— mantenerse alerta por cualquier intento de desestabilización institucional por causas exteriores o interiores (ministerios de defensa y del interior, respectivamente),
— cuidar con igual celo la seguridad sanitaria (ministerio de salud pública, bromatología),
— administrar justicia para evitar que los ciudadanos se perjudiquen mutuamente.

Esta lista no es exhaustiva pero contiene puntos bastante importantes.

El Estado con sus gobernantes de turno equivalen como dije más arriba al padre de una familia con sus roles de proveedor, protector, administrador y, este es el punto sobre el que quiero hacer centro, como ejemplo de buena conducta, capacidad, moral.

Esta es una de la funciones más importantes (la de ser ejemplo de conducta, capacidad y moral) porque determina el nivel, el techo, el estándar, el modelo de lo máximo que se puede esperar de todos y cada uno de los ciudadanos.

Al determinar ese desempeño como máximo, entendemos que también pueden ser tolerables desempeños no tan buenos, algo menores, menos prolijos, éticos, eficientes.

Conclusión:

1º) Como hacer las cosas bien realmente da más trabajo y
2º) Como todo ser humano procura hacer el menor esfuerzo posible (1),
3º) Todos (o una mayoría) procurará que el Estado y sus gobernantes de turno sean (o parezcan ser) lo peor posible (corruptos, amorales, indisciplinados, mediocres).

(1) Sobre la indolencia universal

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10 comentarios:

Ma. Eugenia dijo...

A ud le parece que el fuerte de los humanos es la lógica?

Marcia dijo...

Estoy de acuerdo en que los gobernantes son quienes tienen la mayor responsabilidad. Eso no significa que todos la asuman.

Irene dijo...

Creo que los gobernantes nos generan mucha envidia porque en su enorme mayoría son personas muy inteligentes y capaces. Además son carismáticos, tienen capacidad de liderazgo, son respetados, ganan buenos sueldos, son conocidos, mirados y admirados. Tenemos unas cuantas razones para querer minimizarlos. Negar sus dotes nos ayuda a confiar que somos la gran cosa.

Luis dijo...

Estoy de acuerdo con el planteo, aunque supongo que un gobernante se debe de sentir más responsable frente a sus hijos que ante sus gobernados.

Evaristo dijo...

A la selección de fútbol podemos admirarla porque nadie nos exige que seamos buenos jugadores. Lo que se nos pide es que seamos responsables, como se le pide a los gobernantes.

Sandra39 dijo...

Podemos plantearnos la hipótesis de que si votamos a los políticos conservadores es porque no queremos exigirnos, a nosotros mismos, casi ningún cambio.

Camilo dijo...

El Estado liberal no puede propiciar una buena distribución de la riqueza que producen sus habitantes.

Tiago dijo...

Si la organización estatal y los gobernantes toleran la injusticia social, entonces los ciudadanos nos sentiremos habilitados para tolerar la injusticia y más. (digo, de acuerdo a su planteo)

Gabriela dijo...

Es cierto que hacer las cosas bien a veces da más trabajo que hacerlas mal o mas o menos. Pero también tengamos en cuenta que hacer las cosas bien no es una cuestión de disposición al trabajo, sino una consecuencia de sentirnos bien con nosotros mismos, razonablemente felices, conformes, en armonía, sanos.

Anónimo dijo...

Yo no me esfuerzo porque estoy desmotivado.