La humanidad puso de moda los glúteos, inducida (determinada) por un proceso de desestímulo a la expansión demográfica, desencadenado por uno de los tantos fenómenos de autorregulación de la naturaleza.
El ser humano, visto de atrás, no tiene sexo. Visto de frente, ella encandila con los senos y él con el pene, pero por detrás, las diferencias se desvanecen.
Si existiera una moda de igualar a los géneros, nada mejor que mostrarlos de espalda.
El trasero, los glúteos o el culo, son desde hace varios años la zona protagonista, estelar, simbólica del erotismo.
Lo que aún es más paradójico es que ambos sexos poseen similar atractivo. Ellos y ellas se sienten atraídos por lo mismo.
En nuestra época se juntan una cantidad de señales de cómo la naturaleza está desestimulando la expansión demográfica de los humanos.
Cuando la zona más erótica fueron los senos, la humanidad recibía estímulos para reproducirse y cuando la zona erótica son los glúteos, la humanidad recibe estímulos para seguir teniendo deseos sexuales, pero como para que momentáneamente no sean reproductivos.
Obsérvese cómo "lo trasero" está de moda:
—además de los glúteos;
—del consiguiente sexo anal;
—la aprobación social y legal de la homosexualidad masculina (que es la más exhibicionista).
También hacen furor formatos televisivos como
—Gran Hermano, donde un grupo de personas exhibe lo que siempre se mantuvo oculto;
—son muchos los programas dedicados a denunciar los aspectos más escabrosos (sucios) de personajes famosos;
—tienen éxito discusiones donde los participantes "se tiran mierda" en litigios que a nadie importaría si no estuvieran de moda;
—adquieren interés los "detrás de cámara" de las películas (backstages)
Algunos opinan que este conjunto de fenómenos contemporáneos denuncian una degradación inherente a la previsible descomposición del sistema capitalista.
Quizá sí, quizá no, quizá sean ambas cosas más otras desconocidas aún.
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8 comentarios:
Somos más parecidos de atrás que de adelante, pero igual yo le diferencio bien de lejos una cola de varón y una cola de mujer.
No me parece que existan motivos como para frenar la expansión demográfica.
Es de dudar que la naturaleza se autorregule con eficacia en los humanos.
Cuando estaban de moda los senos, vendía películas la Coca Sarli.
Puede que la Naturaleza esté desestimulando la expansión demográfica. Aún no parece necesario, pero los tiempos naturales son otros. Son cambios que se preparan con mucha anticipación, supongo.
Lucía encandila con sus ojos, que son dos luceros. Sus senos te provocan un amor ciego. Y su trasero alborota el avispero.
Lo malo es que la mirada dirigida hacia el símbolo erótico, culo, no permite la devolución de la mirada.
Doc, deje que los biólogo hagan ciencia exacta. Usted quédese con sus conjeturas sin fundamento sólido. Pero le anticipo, no quiera llevar agua para su molino si son aguas de la biología: la misma trabaja con tiempos naturales. Usted trabaja con los problemas fugaces de los seres humanos. Un malestar en la cultura de un siglo, no es el de la siguiente. La cultura es un contaminante en la biología, no al revés.
Nahuel
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