martes, 1 de diciembre de 2009

El espejo descompuesto

He podido apreciar que nos sucede lo siguiente:

— Si nos miramos en un espejo y nos gustamos, quizá no gustemos mucho de los demás y eso nos hace sentir lindos pero solos.

— Si nos miramos en un espejo y No nos gustamos, quizá sea porque nos sentimos menos hermosos que los demás. En este caso podemos tener muchos amigos pero estamos un poco apenados por nuestro escaso atractivo.

— Si No nos miramos porque preferimos mirar a los demás pues sus figuras atraen nuestra mirada, quizá no sepamos mucho de nosotros mismos pero habrá muchas personas que gusten de nosotros (agradecidas por nuestra mirada).

Estas tres opciones tienen que ver con nuestro narcisismo.

Le llamamos así a nuestra tendencia natural a amarnos y gustarnos.

Existe una cierta relación entre el amor que nos prodigamos a nosotros mismos y el que prodigamos a los demás.

De manera muy resumida, podría decir que cuando nos amamos mucho, amamos poco a los demás y por lo tanto los demás no nos quieren mucho, provocando esto algún tipo de soledad.

Cuando alguien se queja de que está delgada, que tiene los senos feos, que su nariz es poco atractiva, es muy probable que se esté mirando más a sí misma que a los demás.

Si se mira más que a los otros, estos se mostrarán indiferentes y nuestra «desconforme» pensará que no la quieren porque está delgada o por la forma de sus senos o nariz.

Si algún día se le ocurriera mirar más a los demás que a sí misma, no tendría ocasión de verse fea, los demás la amarían y eso la haría suponer y sentir que es bella.


(1) Artículos vinculados: Mírame por favor y Los coleccionistas de miradas

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14 comentarios:

Josefina dijo...

Estás diciendo que el narcisismo afea. Si, para mí que si, pero ¿como se arregla? ¿Es operable?

Unknown dijo...

Creo poseer los tres espejos, y fluctuar entre ellos según el estado de ánimo.
Me preocupa más el espejo que refleja mis logros y mis avances; ese sí está averiado, opacado, olvidado... no sólo por mí...
Hace tiempo que vengo sintiendo que no puedo superar mi ininteligencia ni mi mediocridad. A la envidia no la dejo avanzar pero entonces, me resigno y me apeno. Ese es mi círculo vicioso y pobre.¿Tiene cura?

Lourdes dijo...

Soy más fea que mi hermana pero ella nunca tiene novio.

Pensé que era una cuestión de suerte pero quizá haya algo de esto del artículo.

Florencia dijo...

Prefiero no mirarme en el espejo, e imaginarme y sentirme siempre atractiva, perfumada.

Amanda dijo...

Ojalá tenga razón Licenciado, lo deseo con toda el alma (que tenga razón en esto, claro)

Mª Eugenia dijo...

¿No mirarnos a nosotros mismos quiere decir que negamos nuestra realidad?
-Vio que estoy aprendiendo bastante de psicología.

Ramón dijo...

Soy solitario y coincide con que no tengo amigos. Es probable que tenga razón en lo que dice.

Jacinto dijo...

Yo me re-gusto y tengo un millón de amigos, como Roberto Carlos!

Gladys dijo...

Me gusto por dentro y por fuera... no mucho. No sé qué resumen hará mi espejo.

Anónimo dijo...

No tengo esa tendencia natural que ud dice. Jamás me sentí cómodo conmigo.

Isabela dijo...

Nada me hace más feliz que el amor en la mirada de un ser amado.

Luján dijo...

Siempre me han dicho que para amar a otro hay que empezar por amarse a uno mismo.

la gordis dijo...

¡Quién es esa anormal que se queja por estar delgada!

Marcia dijo...

Supongo que las "estrellas", los famosos, se aman mucho. Me revienta que los demás los amen también!