Si abrimos una guía telefónica (directorio) encontraremos muchas personas llamadas Juan Pérez o María Martínez.
A nadie se le ocurre pensar que estas personas que se llaman igual, se parecen entre sí.
Podríamos asegurar que son seres humanos, hombre o mujer, y poca cosa más.
El nombre con el que un niño pasa a formar parte de la ciudadanía de cada país fue algo que sus padres decidieron y que las instituciones del estado confirmaron al hacer la inscripción en el registro correspondiente.
Pero luego se agregarán otras formas de identificación.
En la escuela pueden considerarlo como inquieto, atento, amigable, estudioso.
El sistema de salud oficial lo diagnosticará como obeso, diabético, miope, sano.
Los amigos le dirán que es divertido, retraído, buen cocinero, excelente deportista.
Como todos los seres humanos necesitamos el amor, este niño imaginario aceptará esas diferentes definiciones, descripciones, roles, nominaciones y hasta los apodos aunque señalen alguna carencia o defecto físico.
Por estas razones algunos se animan a afirmar que nosotros somos hechos por los demás.
No somos los arquitectos y constructores de nuestra personalidad sino que otros nos diseñan, otros nos construyen y otros nos habitan (cuando los llevamos en el corazón).
En suma: cuando alguien dice «yo» ¿a quién se está refiriendo?
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9 comentarios:
Si no te sigo mal, la falta de libre albedrío es completa.
Creo que serás el causante de mi próximo pozo depresivo.
En mi caso, cuando digo "yo" es "yo-yo" (con baño de chocolate)
Pensé que la única que estaba habitada era aquella casa...
Bueno, uno se refiere a una parte de lo que los demás nos dicen que somos, otra parte de lo que nosotros creemos que somos y otra que no sabemos que somos. ¿Se entiende?
El número de identificación civil me deprime. Ese número me sugiere que soy vieja y no me agrega ningún otro contenido.
Noelia debería valorar que el número de identificación civil le otorga el derecho de ciudadanía.
Me pregunto qué sucederá con un individuo si en la escuela lo consideraron molesto, en el sistema de salud enfermo y los amigos detestable.
Sólo falta el tiro de gracia de la familia.
LOS DEMAS NO ME HACEN
YO LOS HAGO
Los demas me aportaron, mucho los más próximos, menos otras personas, hasta algo solamente alguna persona con la que me crucé alguna vez. En algún momento comencé a deshechar ciertos aportes, otros aún los arrastro y muchos los tomé definitivamente, con todo eso soy YO, en cambio permanente.
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