En el artículo de ayer titulado El mensaje de los impuntuales digo que éstos son como son por su incapacidad para administrar su tiempo o para hacernos creer a los demás que son seres superiores. El impuntual, si no es un incapaz, es un arrogante que necesita estar haciendo continuas escenas que pretenden hacernos creer cuán amado y necesario es para otros.
Esta sobrevaloración de sí mismos que padecen los impuntuales también la padecen —aunque de otra forma— los que suponen que sus bienes son muy valiosos y que permanentemente existen ladrones que esperan cualquier descuido para apoderarse de sus objetos.
En este caso la víctima es el propio sujeto (y no como en el caso de los impuntuales donde las víctimas son los que tienen que esperarlos).
Gran parte de la sensación de inseguridad sobre la propiedad privada que padecemos surge por nuestro deseo de ser valiosos.
Es cierto que el retrato de nuestros abuelos es muy valioso para nosotros; es cierto que esa olla sin un asa nos permite cocinar diariamente; el vestido de novia está bien guardado porque tiene un valor enorme.
El error está en suponer que nuestra cotización es universal, que ese retrato enriquecerá a quien logre apropiárselo para luego venderlo en miles de dólares en el mercado de objetos robados.
Si bien es un error de cotización nuestro, la actitud no es equivocada porque contribuye a imaginar cuántas cosas valiosas poseemos y, por asociación, cuán valiosos somos como personas.
En suma: El miedo al robo aumenta nuestra autoestima.
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22 comentarios:
Entonces quienes tienen miedo al robo necesitan levantar su autoestima? Y los ladrones colaboran con ellos? Qué equipo autosustentable. (ji)
Yo le temo a la envidia por algo parecido. Me creo que tengo mucho y no tengo nada (o casi nada).
Se referirá a la sensación términa supongo, porque robos hay y siempre hubo. No es un delirio ni un invento que los ladrones acechan.
Alguna vez pensé que focalizar un problema en concreto es un cortina de humo para quitarle atención a las demás amenazas propias de estar vivo. P.e., olvidarse de la salud o de la pérdida de trabajo o los accidentes de tránsito o de ser traicionados. No sé: hay mil cosas que uno se olvida poniendo muchas cerraduras en la puerta.
A mi me vaciaron dos veces mi departamento. Me molesta un poco su visión algo trivial del hecho.
El ser humano es un bípedo de rapiña. A no olvidarse!!
Es cirto que en mi casa sólo tengo cuatro porquerías que sólo a mi me interesan pero si alguien llega a profanarla, la indignación puede hacerme volar la tapa de los sesos.
La paranoia es una condición humana que según creo surge de lo débiles que nos sentimos, rodeados de genten cargadísima de agresividad e impiedad. No hay más remedio que vivir muertos de miedo por estas dos condiciones que para mí son más que suficientes.
Fui a mirar mi vestido de novia y tiene manchas amarillas. ¡Qué lástima!
Estaré loca pero lo que más temo es que alguna mujerzuela me robe a mi niño.
Nunca se me había dado por pensarlo de esa manera.Me parecío una buena interpretación, más allá de que no sea una explicación completa sino parcial.
La mayoría de los policías no son tan bonitos como el que ud. pone en la foto. Veo que es muy sensible a la belleza. Aclaro que no es una crítica.
Me duele reconocer que entro dentro de la categoría de los impuntuales incapaces. Aunque ese adjetivo carece de toda misericordia.
Mi hermano mellizo, que siempre cursó en el mismo grado que yo pero en otra clase, me copiaba las tareas en las que había sacado buena nota. Por un lado me molestaba, pero por otro me sentía orgulloso.
Tiene razón, es más víctima de sí mismo el impuntal que el que espera. Este último tiene libertad para pasado determinado tiempo irse, en cambio el impuntual, para irse de su conducta, necesita años de trabajo interior.
Vamos hombre, que yo poseo en verdad objetos valiosos y por algo pago el seguro.
Creo que lo que más me dolería sería si los ladrones me quemaran la casa y perdiera las fotos de mis hijos. Eso es irrecuperable. El recuerdo de sus caritas cuando eran pequeños se va borrando con el tiempo.
Le aseguro que el retrato de mi abuelo vale.
Lo que dijo "nieto de personaje ilustre" me hace pensar que es muy injusto apoyar nuesta propia valía en los méritos de nuestros antepasados.
No quisiera tener que levantar mi autoestima a un costo tan alto.
Una vez recibí un mensaje de un impuntual que decía: "no me esperes si ves que demoro demasiado, pero atenete a las consecuencias" ¡Se da cuenta, el tipo tuvo el tupé de amenazarme!
A mí se me da por hacer contínuas escenas para hacerme creer a mi misma de que existo. Nada peor a ser invisible.
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