domingo, 21 de diciembre de 2008

Aborto a bordo

Querido papá:

Espero que al recibo de la presente te encuentres bien. Yo la voy llevando y no me puedo quejar. Las cosas acá son diferentes a lo que estaba acostumbrado, pero como siempre me lo dijiste «Si otros pueden, ¿por qué no vas a poder vos?».

Las dificultades de adaptación me desvelan y paso muchas horas tirado en la cama mirando el techo y tratando de entender por qué todo se me hace tan difícil. Inevitablemente busco causas, culpables, responsabilidades, errores.

Siempre tuve una vida muy cómoda cuando vivía con ustedes y vos te hacías cargo de todo lo que mamá y yo necesitábamos. Nunca me faltó nada. Hasta me pasaste el auto cuando te compraste uno nuevo y te calentaste porque el concesionario te lo tomaba por muy poco dinero. Mi popularidad entre mis amigos subió mucho con ese auto porque era mejor que el de sus propias familias. Creo que a Margarita la conquisté gracias a él ... a vos debería decir en realidad.

El otro día, hablando con una compañera de facultad, ella me decía que por mis argumentos sobre ecología filosófica, le vinieron ganas de soltar el zorzal que tienen en la casa pero que se arrepintió porque la madre le dijo que, por haberse criado en cautiverio, no llegaría a la noche sin que algún gato se lo comiera.

Las meditaciones de esta madrugada me llevaron a compararme con ese pobre zorzal, que canta como Gardel pero que probablemente sea su forma de gritar por una libertad que los humanos no queremos darle para hacerle un bien.

Sería muy ingrato de mi parte decir que fuiste demasiado bueno conmigo y que me convertiste en un inútil por no privarme de nada, pero debo confesarte que tu bondad la estoy sintiendo como un grave error que, si algún día soy capaz de tener un hijo, trataría de no repetir.

Con el profesor de Arte Azteca nos llevamos muy bien y hablamos mucho. Cuando le contaba esta especie de ingratitud que tengo hacia vos y que tanto me mortifica, él me decía que a veces sucede que los padres, no es que sean tan buenos como parecen, sino que anulan a los hijos con su generosidad como forma de sacarse de encima a quienes algún día pueden disputarle su poder familiar.

Algo parecido creo que pasó con mamá. Ella me ha insinuado que se siente atrapada en una especie de chantaje porque no deja de ser un triste satélite tuyo y no tiene ni argumentos ni voluntad para salir de esa condición. Nunca me lo dijo con esas palabras —y te pido que por favor no se lo preguntes—, pero ahora que estoy lejos de ustedes, comprendo mejor su tristeza, desgano y sobrepeso.

Siempre estuviste acostumbrado a mandar y a que te obedeciéramos. Tu generosidad funciona como una varita mágica que nos maneja a todos como si fuéramos marionetas.

Es insólito que me esté quejando de algo que tantos hijos desearían para sí, pero después de darle muchas vueltas al asunto, estoy bastante seguro que mis bajas notas en todas las asignaturas que me exigen creatividad, pueden estar motivadas porque «gracias a vos no necesito nada», lo cual, aunque parezca disparatado, equivale a funcionar como un cadáver.

Cambiando de tema, sabés que quizá te tenga que pedir una remesa especial porque Margarita tiene un atraso de tres semanas y ya acordamos que este tampoco lo queremos tener. Después te digo cuánto me tenés que mandar.

Un beso de tu mejor (y único) hijo.

Tola

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20 comentarios:

Anónimo dijo...

Está bueno el estilo literario para comunicar mensajes al lector. Esta carta también está bien aunque nos tiene acostumbrados a texto un poquito más cortos.

Anónimo dijo...

Esto pienso yo para mis hijos. Me desvivo por ayudarlos pero me freno (mi marido me frena más bien) y creo que lo seguimos haciendo bien.

Anónimo dijo...

Los jóvenes indolentes lo son un poco por naturaleza. Mis sobrinos fueron criados todos iguales y algunos son más laboriosos que otros. No sé en qué va. Si me apuran digo que es la genética, pero sólo por decir algo.

Anónimo dijo...

Conozco gente que usa el aborto como un método anticonceptivo más.

Anónimo dijo...

Es cierto que uno desearía no envejecer y mantenerlos siempre dependientes para no cambiar nada.

Anónimo dijo...

Ese muchacho es un fenómeno! Tiene todo clarísimo pero a la hora de poner la carne en el asador, sigue aprovechando la situación.

Anónimo dijo...

Si conquistó a la tal Margarita con un auto, ahora entiendo porque no quieren tener hijos.
Pah! No deja de asombrarme. Él lo dice con naturalidad. Para mí sería duro tener que aceptar que conquisté a mi mujer con un auto.

Anónimo dijo...

Tanto lo ha "ayudado" ese padre que términó dejándolo infertil. De echo, aunque pueda tener hijos, no los tiene.

Anónimo dijo...

Este relato muestra que una vez encontrado el responsable, la responsabilidad vuelve a tu bolsillo.

Anónimo dijo...

Justo ayer traté de atrapar a un canario que se le había escapado a alguien y andaba dando un triste espectáculo tratando de volar, con su sobrepeso y sus alás débiles.

Anónimo dijo...

Bondades como las de ese padre, terminan armando un escenario complicado, porque después es muy difícil hacerle entender al otro en qué nos ha hecho daño. Y ambas partes sufren mucho.

Anónimo dijo...

Los padres que ponen mucho énfasis en que todo se haga a su modo, tienen que recurrir a la sobreprotección para mantener su poder.

Anónimo dijo...

Lo que habitualmente llamamos "personalidad fuerte", como sería el caso del padre del relato, es en realidad una personalidad débil, que necesita imponerse permanentemente, dejar su sello en todos lados. Cuando a esta debilidad se le agregan el amor y la inteligencia, termina configurándose una situación siniestra, donde el verdadero culpable pasa a ser visto como un héroe incomprendido y las víctimas como seres desagradecidos e inútiles.

Anónimo dijo...

Las personas que tienen mucho ego, no dudan. Para peor eso nuestra cultura lo considera un mérito. Entonces, esas personas que no dudan, ven a las demás como seres a los que hay que soportar y en el mejor de los casos tener consideración. Nunca los ven como pares. Es difícil que se enfrasquen en una discusión, porque para discutir hay que ubicarse en un plano de igualdad con el otro.

Anónimo dijo...

Todos andan como marionetas atrás de la generosidad del viejo para sacar una buena tajada. Que ese pibe se haga cargo.

Anónimo dijo...

Se queja por vicio. Sarna con gusto no pica.

Anónimo dijo...

A mí no me sirve como argumento que otros puedan. Ya sé que todos somos humanos, pero esos que pueden, pertenecen a otro club.

Anónimo dijo...

Cuando nuestros hijos SON NORMALES o perfectos INÚTILES siempre parece que fuesemos los padres los responsables. Considero que en todas las situaciones juegan muchos actores y el protagonista también puede elegir en vez de hacerse la víctima.

marta muhlrad dijo...

los hijos de padres asi tambien tienen la posibilidad de salirse de ese lugar. no es facil pero tampoco imposible.la sobreproteccion y el auroritarismo se ejercen de muchas maneras, no solo en lo economico.

Yo pìenso que en lo profundo la chica se casó con el padre, no con el hijo, ya q el auto era el del padre.y no quiere tener hijos porq no sabe de quien son, si de su novio/marido o de su suegro.

el darle todo a un hijo tambien es una forma de decirle: no me podras superar.en ese padre hay tambien quien sabe qué cuentas no saldadas con sus propios padres.

mi padre era muy autoritario pero a demas era tacaño...qué mala combinacion!tal vez por eso es q yo sali muy creativa, para poder arreglarmelas mejor en la vida.

marta muhlrad dijo...

si les gusta el estilo con humor:
http://lluviaacida-marta.blogspot.com