miércoles, 27 de febrero de 2013

Solo amamos a quien nos satisface

 
Cuando mujeres y varones nos amamos es porque nos damos satisfacción a necesidades, que son distintas porque ambos sexos somos diferentes.

La pérdida de la noción temporal es una característica propia de nuestra modesta capacidad mental.

Los problemas provocados por las limitaciones de la inteligencia tienen a su vez la característica de que participan de un círculo vicioso, en tanto es la misma carencia la que impide conocerla.

Otro círculo vicioso, que se asocia al anterior, es el referido a la ignorancia, pues quien ignora también ignora lo que no sabe.

Por lo tanto padecemos dos dificultades que se potencian mutuamente en contra de los resultados intelectuales de los que somos capaces.

En suma: la poca inteligencia no nos permite comprender que somos tontos y la poca sabiduría incluye no saber que ignoramos.

Aprendimos qué es el amor cuando nuestra madre le dio satisfacción, en tiempo y forma, a nuestras necesidades primarias.

El pequeñito al que le calmaron el hambre, lo abrigaron, lo acunaron y lo higienizaron, sintió placer gracias a esa mujer que lo hizo pensar: « ¡qué persona tan amable!», es decir, ‘esta persona me inspira amor porque me complace’.

«Entonces se hizo el amor», podría parafrasear el comienzo del Libro del Génesis.

Aquel pequeño fue percibiendo que su sentimiento amoroso continuaba a lo largo del tiempo vinculándolo con quienes le daban satisfacción a sus necesidades y deseos: papá, «tía que mima y hace regalos», «maestra que me enseña con paciencia», «abuela que me prepara comida rica y me hace cuentos para dormirme».

Llegará un día en que las niñas, al sentir deseos de ser madres, elegirán a un varón que se sentirá muy orgulloso por ser elegido. Ella amará al varón porque lo necesita como padre de sus hijos y él la amará porque lo hace sentir importante.

(Este es el Artículo Nº 1.822)


8 comentarios:

Norton dijo...

En la pareja ambos se necesitan, de lo contrario no formarían pareja.

Margarita dijo...

¡Las mujeres también necesitamos que nos hagan sentir importantes!

Gabriela dijo...

Sentimos amor hacia quienes nos complacen por como son, por lo que nos brindan, por lo que hacen.
Y también sentimos amor hacia el desvalido, el que sufre, el que precisa ayuda.
Son amores diferentes. El que nos complace por como es, generalmente es amigo, esposo, novio.
El que es amado porque nos inspira deseos de ayudarle, es por lo general un niño, un viejo, una persona pobre, un enfermo. En estos últimos casos a veces generamos un vínculo, pero no necesariamente.

Oriente dijo...

Cuando amamos necesitamos al otro. No tanto para que nos complete o ayude. Ese sería un amor inmaduro. Lo necesitamos para sentirnos felices, compartir momentos, conversaciones, disfrutar de su cuerpo, darle nuestra ternura.

Norton dijo...

En ningún vínculo afectivo se pueden desantender las necesidades básicas del otro.

Fulgencio dijo...

Lo que es poder, se puede, pero ahí todo se echa a perder.

Martín dijo...

En casa nadie entiende que mi necesidad primaria a las 7 de la mañana es quedarme callado.

Filisbino dijo...

En ningún momento Mieres dice que necesitar al otro no forme parte del amor. Digo porque algunos comentarios dejan traslucir eso. Al contrario. En el videocomentario está más claro. Ahí hace incapié en que no nos van a querer simplemente por ser, por existir, sino que nos quieren por determinadas características que tenemos y que por algún motivo son agradables para algunas personas.