domingo, 24 de febrero de 2013

La información desde el más allá



 
Aunque nos presentamos como cuatro interesados que cada uno consultaba por su cuenta, ellos tres fueron conmigo.

Estuvimos hablando mucho tiempo y me sentí cálidamente hermanado con estas personas que parecían sentir mi angustia como propia.

Desde pequeño siempre me sentí raro pues mi papá no me trataba como a los otros dos hermanos y mi mamá nunca permitió que me faltara nada pero, no sé, también tenía una forma de ser que me llenaba de dudas.

Cuando murió papá mis temores crecieron porque al velatorio concurrieron amigos del trabajo, conocidos del barrio, correligionarios del club político y gente imposible de identificar.

Sentí que ese día podía saber algo de mi historia, qué opinó la gente cuando mamá soltera quedó embarazada, qué reacción tuvieron los padres de ella.

Todos se reunían en pequeños grupos de 3 ó 4 personas, hablaban muy bajo y cuando yo me acercaba notoriamente cambiaban de tema.

En realidad no pude saber nada sobre qué pasó con el embarazo de aquella adolescente de dieciséis años.

Por esta falta de información fue que, con mis amigos, decidimos consultar a una médium que nos comunicaría con el espíritu de papá.

Me gustó que ellos tres estuvieran tan nerviosos como yo. Era una prueba inequívoca de solidaridad.

Luego de varias ceremonias un poco aburridas, sentimos la voz de papá.

Parecía cansado, triste o indiferente. Esta indiferencia me heló el corazón porque uno de mis grandes temores era que él no me quisiera porque fui el culpable de que tuviera que casarse demasiado joven.

La voz contó, usando un lenguaje muy grosero, dónde tuvieron sexo con mamá, qué cosas atrevidas ella le pidió, cuánto tiempo estuvieron desplegando una especie de carnaval pornográfico.

Me molestó que papá fuera tan despectivo para con aquella relación sexual que me había fecundado. Esto era algo que no me lo esperaba.

También me dolió que él siempre dijera «porque tu madre...» y nunca se refiriera a él mismo como padre.

Luego contó que mi madre quiso hacerse un aborto, que el padre, (mi abuelo), tenía todo arreglado, que la madre, (mi abuela), simularía un viaje para despistar algunos rumores.

Habló de que mis llantos no lo dejaban dormir y que lamentó una y mil veces que la abortera estuviera presa.

Al salir de la consulta mis amigos estaban tan destrozados como yo. De todos modos se apretaban contra mí, quizá para ayudarme a caminar aunque disimulando cuánta lástima les inspiraba.

Días después sentí la necesidad de contárselo a mamá. No omití nada.

Ella empezó a bajar la mirada, quizá avergonzada porque, según dijo, no sabe quién fue mi padre.

(Este es el Artículo Nº 1.819)

9 comentarios:

Olga dijo...

Mi abuela decia que los embarazos solo se producian cuando la pareja tenia orgasmos simultaneos.

Marcos dijo...

Yo fui un hijo no deseado. Me entere mal y tarde. Recien pude disculparlos cuando me hice adulto.

Javier dijo...

Mis padres eran muy catolicos y decian que los hijos tenian que venir cuando dios quiera. La verdad que eso no me hacia sentir muy deseado.

Adrian dijo...

Yo fui una niña muy deseada y esperada por mis padres... al principio fue duro, pero despues aprendi a ser feliz...

Nazareth Inglese dijo...

Embarazo no deseado
es como quedar embargado
en la desesperacion absoluta
de un futuro de puta.

Enrique dijo...

Mi padre me odiaba, pero estoy seguro de que nunca se lo habria dicho a una vidente. Ni muerto.

Daniel dijo...

A mis hermanos nunca les inspire lastima porque fui el hijo consentido de la vejez.

Nicolas dijo...

Mis padres me contaron que cuando me encargaron dijeron: ahi va Nicolas.

Cholo dijo...

Cada vez que mi padre tiraba el preservativo mi madre lamentaba:
¡cuanto medico, abogado, arquitecto, tirado a la basura!
Despues naci yo, el rey del lampaso!