Algunas piensan (aunque no lo
dicen), que «ellos deberían ser como nosotras», y viceversa.
Los varones buscan la aceptación sexual de
varias mujeres porque son naturalmente polígamos y las mujeres buscan la
aceptación global de la mayor cantidad de gente posible porque son naturalmente
dependientes de ser amadas, protegidas, mimadas, como una abeja reina.
La especie «mujer» y la especie «varón», son igualmente
adorables, pero nos ponemos de mal humor cuando pretendemos funcionar como si
fuéramos de la misma especie.
Este no es
un problema exclusivo de los homosexuales. Los heterosexuales también
pretendemos que el otro sexo se nos parezca, dando por cierto que si sus gustos
y conductas difieren de las nuestras, nos están criticando, desautorizando,
juzgando.
Lo planteo
en otro tema para ser más claro.
Si una
persona gusta comer productos del mar y el otro no los puede ni oler, es muy de
los seres humanos que alguno de los dos sienta que el otro lo está criticando
indirectamente por no tener la misma preferencia.
Ocurre muy
a menudo que, cuando le preguntamos a alguien si le gusta el verano, en vez de
decirnos serenamente que no, que prefiere los climas fríos, le agregue a la
respuesta un énfasis que incluya, por ejemplo, asco por la transpiración, furia
contra la pesadez, repulsión contra las moscas.
Para muchas personas, los gustos son
cuestiones valorativas, éticas, sagradas.
Muchas
personas piensan (aunque no lo dicen): «Es bueno tener mis
gustos. Yo gusto de lo que gusto porque es lo mejor que un ser humano puede
preferir. No preferirlo es de malas personas, de viciosos, de desprolijos, de
incultos, de insensatos».
Es con esta
forma de ver las cosas que muchos hombres y mujeres no logran entenderse.
Piensan (aunque no lo dicen), que «ellos deberían ser como nosotras», y
viceversa.
(Este es el
Artículo Nº 1.660)
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10 comentarios:
Tiene mucha razón, Doc. De lo que ud dice en este artículo, no tengo duda, pienso igual.
Querríamos que ellos fueran como nosotras, pero en muchos casos ni nos damos cuenta de que es eso lo que queremos.
Tendríamos que tener al menos la libertad de gustar de lo que nos parezca y no tener que estar rindiendo cuentas por nuestros gustos.
Si las mujeres buscan la aceptación global de la mayor cantidad de gente posible, es porque son bisexuales y polígamas, aunque no quieran reconocerlo.
De acuerdo, el varón es tan adorable como la mujer.
Cuando dos personas tienen gustos parecidos, a menudo se acercan, se buscan, disfrutan estando juntos. Ese es un tipo de amor narcisita. El califícativo en este caso no es peyorativo, al menos para mí.
Confundimos los gustos con posturas éticas o ideológicas.
Ellos no deberían ser como nosotras ni nosotras como ellos. Cada cual debe mantener su rol.
Puede que tengas razón Evangelina, pero en estos tiempos los roles masculinos y femeninos están bastante desdibujados. La idea es que todos podemos hacer todo. Idea cuestionable, por cierto.
Así como los gustos no dependen exclusivamente de una valoración ética, sino que esta es sólo un adorno que le agregamos una vez que racionalizamos lo que nos gusta, del mismo modo pasa con nuestras posturas ideológicas, nuestra escala de valores y todas nuestras posturas que parecen partir de la lógica y la razón.
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