miércoles, 8 de agosto de 2012

Consecuencias de controlarlo todo



El afán de controlarlo todo nos provoca insomnio, que compensamos consumiendo psicofármacos, y nos provoca anorgasmia, que ocultamos mediante la apatía sexual.

Los franceses dicen que el orgasmo es «una pequeña muerte». No sé quién dijo que «dormir es ensayar la muerte».

Si tomamos en serio estas definiciones, podemos entender por qué tantas personas padecen insomnio y anorgasmia (ausencia o insuficiencia de orgasmo sexual).

Para los humanos es muy difícil entender algunas cosas cuando son muy importantes. Es insólito, pero así sucede: Cuando necesitaríamos que nuestra inteligencia llegara al máximo de lucidez, es cuando se comporta con más ineficiencia.

Efectivamente, nuestra inteligencia cree que podemos controlar todo lo que amenaza nuestra integridad, bienestar, vida. Al intentar controlarlo, se estresa y  tarde o temprano, se da cuenta que es imposible. Como está tratando de resolver un asunto de vida o muerte, ¿qué hace?: aplica más de lo mismo.

Cuando alguien empieza a notar que es imposible controlarlo todo, que tener una vida tranquila es una quimera, que evitar los problemas es una ilusión, no opta por dejar que la vida fluya, muy por el contrario, se pone más y más insistente para tratar de ser más controlador, agresivo, violento, desesperado.

El suicidio es una forma de controlar cómo y cuándo morir.

Detrás de todo este mundo loco, exasperado, intolerante con las frustraciones,  está la causa número uno: creer que podemos controlarlo todo, es lo que nos impulsa a intentarlo, y si creemos eso es porque antes nos convencimos de que el libre albedrío existe.

Cuando digo «más de lo mismo», me estoy refiriendo a que para controlar el sueño intentamos provocarlo consumiendo psicofármacos, o que renunciemos al placer sexual porque se ha convertido en una carga insoportable, en tanto es en esa actividad donde solo encontramos fracasos, impotencia, recriminaciones.

(Este es el Artículo Nº 1.651)

10 comentarios:

Selva dijo...

¡Cuánto tiempo nos la pasamos creyendo que podemos controlarlo todo! Algunos toda la vida. El estrés que esto nos genera nos sale muy caro.

Silvana dijo...

Consumir psicofármacos para dormir me ha cambiado la vida. Estar sin dormir es peligrosísimo. Al principio andaba toda la mañana medio sombi, y es cierto me quitaba el deseo sexual. Después mi cuerpo se fue acostumbrando. Ahora duermo y tengo deseo sexual.

Anónimo dijo...

Una cosa es la falta de deseo sexual y otra la anorgasmia. Se puede tener mucho deseo y no llegar al orgasmo. En mi caso las dificultades para llegar al orgasmo creo que tienen que ver con la culpa inconsciente que me genera el placer.

Tatiana dijo...

La insuficiencia de orgasmo sexual, ¿qué es? ¿es tener orgasmitos?

Lola dijo...

Sí Tatiana. De lo que se trata es de tener la mayor cantidad de orgasmotes posible.

Alicia dijo...

Cuando tenemos mucho miedo, dormir-morir, nos angustia mucho. Supongo que algo parecido puede pasar con el orgasmo, ya que puede compararse con una pequeña muerte.

Olga dijo...

Nunca había pensado que el suicidio es una forma de controlar como y cuando morir. Es por cierto, una forma desesperada de controlar.

Enrique dijo...

Es triste que el placer sexual, esa forma tan maravillosa de disfrutar, esté contaminado de fracaso, impotencia, recriminaciones. Sin duda ese malestar repercutirá en todos los aspectos de nuestra vida. Soy partidario de darle la debida importancia al plano sexual.

Yoel dijo...

En algunas personas es más fácil dejar que la vida fluya, durante la niñez y la adolescencia. Luego, al convertirse en adultos sienten que tienen que tomar el timón de sus vidas y ahí es que la pifian.

Roque dijo...

A mí no me pasó lo que dice Yoel. Fui mucho más controlador de niño y de muchacho. Los años me ayudaron a permitir que las cosas pasen.